El huracán Irma descendió este lunes a categoría 1 mientras avanzaba por Florida, golpeada por violentas ráfagas y extensas inundaciones que dejaron tres muertos y varios millones de personas sin electricidad, provocando la declaración del estado de catástrofe natural.
Hacia las 05H00 locales (09H00 GMT), los vientos máximos habían descendido a 120 km/h e Irma se encaminaba a convertirse en una tormenta tropical a medida que avanzaba por la costa noroeste de Florida y hacia el sur de Georgia, precisó el Centro Nacional de huracanes estadounidense (NHC) en un comunicado.
El ojo del huracán se ubicaba unos 40 km al noreste de Tampa, precisó al tiempo que recordaba las advertencias vigentes de marejadas ciclónicas, lo que significa que hay “peligro de inundaciones amenazantes a la vida”.
“La fuerza de tan solo seis pulgadas (15 cm) de agua puede derribar a uno”, tuiteó el gobernador del estado, Rick Scott luego de la degradación de Irma.
“Quédense adentro, permanezcan seguros”, agregó. La combinación de una peligrosa tormenta y la marea provoca normalmente inundaciones en las áreas secas cercanas a la costa”.
Tal y como fue pronosticado, Irma había impactado el domingo por la mañana en los Cayos (sur) como huracán de categoría 4 --en una escala de 5--. Por la tarde había vuelto a tocar tierra en Marco Island (oeste) como categoría 2
Unos 6.3 millones de personas recibieron la orden de evacuar sus viviendas en todo el estado y tres millones de abonados estaban sin electricidad, según la compañía Florida Power and Light.
“Los barcos están literalmente rotos, las palmeras en el suelo, las líneas eléctricas están cayendo”, contó por teléfono a la CNN la socorrista Maggie Howes. “Es absolutamente imposible estar afuera en este momento. Nadie puede soportar los vientos que veo por la ventana”