“La animación ya no es solo cosa de niños” era el slogan del extinto canal de animación para adultos, Locomotion. Pese a que se transmitía por suscripción por cable, la apuesta, en 1996, fue arriesgada: Se trataba del primer canal de animación para jóvenes y adultos las 24 horas en América y la península ibérica.
Gestión conversó con el que fue el gerente general de ese proyecto que duró 9 años. Rodrigo Piza, estuvo al frente de Locomotion desde 1998 hasta marzo del 2005, pocos meses antes que fuese transformada a un nuevo canal.
Hasta ese entonces, el canal había transmitido series que trascendieron a sus propias comunidades como la película de culto “Akira” o las series “South Park” y “Evangelion”. Hace poco, Piza vino a Perú a participar del festival de animación “Imagina” de la Fundación Telefónica.
Locomotion tenía problemas por el corte de sus contenidos, ¿cómo lidió con eso en su momento?
Siempre se batalló contra la censura pero recuerdo esos años como si hubiera sido un error en el sistema. Fue un espacio con suerte de poder emitir programas novedosos en su época. Hubo problemas con quejas, con medios o clientes, un número grande de gente que no estaba muy a gusto con las ideas que se transmitían. Hoy en día existe un poco lo mismo. Siempre habrá un segmento inconforme. La decisión editorial en esa época fue continuar y no parar. La condición para distribuir Locomotion era que sea un canal diferente.
¿Cuál era el perfil de la audiencia?
En aquella época no había tanta información, simplemente era un canal de expresión artística con un enfoque de contenido animado pero para adultos. Era defendible en el sentido que, “Braveheart” era violenta, bueno, eso pero en el sentido animado. La confusión es que al principio era para niños.
¿Cuál fue la clave para que ese nicho los acogiera?
No fue algo que hiciéramos conscientemente así que no te podría decir que mezclamos a, b y c. Lo que sí recuerdo es que en el canal imperaba ser un medio honesto y hablarle a la audiencia directamente. También tener un lenguaje más directo en cuanto a cómo se hacían las promociones o contenidos. Nosotros estábamos aislados sin mucha información, no había ratings. Teníamos un blog en el canal donde más que nada se insultaban entre ellos.
La esencia de Locomotion es que era honesto, entonces
Sí, además era colaborativo. Era un medio en donde colaborábamos con muchos artistas, visuales, músicos, le daba calidad a esa generación joven que venía impulsando ciertas cosas como el manejo de imagen, nuevos softwares de animación y nuevas formas de música.
¿Eran caras las series que adquirían?
Es caro. No te podría decir cuánto exactamente pero los derechos de una serie pueden rondar los cien mil dólares. Luego doblarla, que son miles de dólares por episodio. Doblar una serie varía pero hay que hacerlo en español y portugués. Tienes 30 hasta 100 episodios. Para cualquier medio son inversiones grandes.
¿Antes costaba más hacer un proyecto como Locomotion que ahora?
Hay cosas más complejas, más caras y hay otras más baratas. Es como todo producto de consumo. En el tiempo se va cotizando más y ahora que hay más competencia, más apertura y mucha piratería, se ha complejizado todo. Las expectativas son más altas.
¿Cuáles son los criterios para calificar una serie?
Primero el personaje principal. Quien es, qué hace, por qué, sus motivaciones y cómo ese personaje se conecta o no con la gente, con nosotros. Luego sigue la historia: qué hace ese personaje, a dónde va. El resto, como la técnica o cómo se hizo, es mínimo.
¿Hay un proyecto similar a Locomotion hoy?
Ahora me dedico a muchas cosas como animación, distribución, canales pero con amigos y colaboradores tenemos otra plataforma que es Team Loco que estamos por lanzar. Trata de ser un nuevo medio donde poder colaborar. Va a ser online, todo lo es y [sale] para este año seguro.
¿Cómo sobrevivir en el mundo de hoy con casos como Youtube?
Hay una pluralización tremenda. Yo no tengo cable desde hace 5 años. Me encantan las plataformas de streaming que hay, donde uno puede hacer una diferencia, existir siendo muy convencido de cierto tipo de contenidos que uno quiera tener y que no se encuentren en otro lado. Sí existen esos lugares. Ese fue el caso de South Park y los youtubers. Nadie puede agradar a todo el mundo.