EFE.- Dos camiones de transporte de dinero llegaron hoy a la Costanera de Asunción, a orillas del río Paraguay, cargados con el bien más preciado del país, pequeños árboles nativos que fueron plantados en los márgenes del paseo capitalino en una iniciativa del grupo ambientalista WWF para concienciar sobre la reforestación.

Bajo el lema “el verde que vale más”, en alusión al color de las plantas y el del billete de dólar, los custodios del transporte de caudales descendieron del vehículo armados con palas y vigilaron la descarga de los vehículos, llenos con macetas de diferentes especies de árboles nativos del país.

Los voluntarios crearon una cadena de custodia que, de mano en mano, llevaba los arbolitos desde el camión de caudales hasta uno de los márgenes del paseo para que allí fueran plantados, en mitad de la sorpresa de la multitud que paseaba en plena tarde por esa zona de la bahía de Asunción.

La directora y representante de WWF en Paraguay, Lucy Aquino, explicó a Efe que la iniciativa pretende crear conciencia entre la población ante la rampante deforestación que sufren los bosques paraguayos, según ella, a un ritmo de 250,000 hectáreas al año.

“El bien más preciado es nuestro capital natural, nuestros recursos naturales. Es más valioso que el dólar, esa es nuestra idea de mostrar “el verde que vale más”, que son los árboles, los bosques, la base de nuestra economía. Si nos quedamos sin bosques también nos vamos a quedar sin dólares”, afirmó Aquino.

Mientras la gente se acercaba con curiosidad ante la sorprendente situación, los jóvenes voluntarios y viandantes del lugar sumaron esfuerzos para ir enterrando una a una los árboles que en un tiempo darán sombra al frecuentado paseo capitalino.

“Lo que queremos mostrarle con esto es que el agua y el alimento que lleguen a las mesas provienen del bosque, directa o indirectamente. El bosque regula el clima, da fertilidad al suelo para poder plantar”, señaló la representante de la ONG ambientalista.

Aquino indicó que el país tiene leyes de “deforestación cero” en la zona oriental del país suramericano, pero afirmó que no se cumplen.

“Nuestro bosque atlántico en zona oriental está muy degradado y continúa la deforestación. Nosotros queremos que la gente tome acción quejándose, informando sobre la deforestación. Tenemos una ley de deforestación cero y aún así se sigue deforestando. Lo poco que queda es demasiado importante para seguir conservándolo”, destacó.

El bosque atlántico del Paraná está situado de norte a sur en la frontera oriental que Paraguay comparte con Argentina y Brasil, pero desde hace años ha sufrido una deforestación de casi su totalidad, quedando pequeños remanentes boscosos como la Reseva Mbaracayú, en el departamento de Canindeyú (este).

Aquino dijo que precisamente, la iniciativa de WWF es mostrar a la gente que “el agua y el alimento que llegan a las mesas provienen del bosque, directa o indirectamente. El bosque regula el clima, da fertilidad al suelo para poder plantar”.

También destacó que los niños y jóvenes tienen en sus manos entender la importancia de la conservación de la naturaleza del país, por ello este tipo de actividad busca implicar a los más pequeños en la plantación de ejemplares.

“Estamos enseñando a los niños y jóvenes la importancia de cada arbolito que están plantando hoy y que cada año les comprometemos para que vengan a visitar sus arbolitos y vengan a mirar cómo van creciendo”, afirmó Aquino.