La decisión de Donald Trump de cortar fondos federales a la policía de las cerca de 300 “ciudades santuario” del país será “contraproducente” y las tornará menos seguras, advirtió el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.

Cuatro de cada cinco neoyorquinos votaron en contra del imprudente republicano nacido en Queens. Si elige castigar a la ciudad más poblada de Estados Unidos, no sería difícil. Más del 10% de su presupuesto anual de US$ 80,000 millones proviene del gobierno federal.

Declaraciones de rebelión similares a la anunciada por el alcalde de Nueva York han llegado de los alcaldes de Boston, Providence, Chicago, Nueva Jersey, Seattle, Filadelfia, Los Ángeles, San Francisco y Washington DC, “ciudades santuario” que no persiguen a los indocumentados por haber violado la ley migratoria federal.

Bill de Blasio le reiteró a Trump que Nueva York y otras ciudades en Estados Unidos harán “todo lo posible para proteger a nuestros residentes y para asegurarnos que las familias no sean destrozadas”.