En los últimos meses gran parte del territorio del Perú viene siendo afectado por un incontenible ataque de la naturaleza, que como el más implacable enemigo no da tregua ni cuartel arremetiendo con una sorpresa de tal efectividad que ya hubiesen querido asestar a sus adversarios Alejandro Magno o Napoleón Bonaparte. En medio de este drama en el que la solidaridad se ha convertido en la fuerza unificadora que mitiga el efecto devastador de huaicos e inundaciones, las Instituciones Armadas activaron los planes de contingencia que tienen preconcebidos para casos de desastres. De ahí que se han movilizado a miles de sus integrantes a las zonas afectadas. Este rol no le es ajeno a las IIAA, ya que lo practican desde siempre. De la experiencia acumulada al haber actuado en catástrofes como el maremoto de 1877 o el terremoto de 1970, surgiría el sistema nacional de defensa civil y luego el de riesgos y desastres naturales.