Las aplicaciones móviles Free to Play, de descarga gratuita, usualmente piden pequeños pagos a medida que se avanza en el juego. Estas recargas involuntarias, desapercibidas por los usuarios, son la nueva forma de hacer negocio en el mundo de los smartphones.

Los jóvenes son los más afectados por su adicción, que combina un ‘enganche’ gratis con desembolso de dinero. Cada mes, un jugador de cada 20, hace una compra para la aplicación.