El Vaticano indicó el grupo de trabajo daría al Sumo Pontífice la oportunidad de “conocer mejor la carrera judicial y las actividades del Instituto para permitir una mejor armonización con la misión de la iglesia universal”.

Jorge Bergoglio criticó lo que llamó una “cultura del despilfarro” en un mundo cada vez más consumista. Afirmó que la “cultura del desperdicio” es especialmente deplorable considerando la prevalencia del hambre en el mundo.