Las exportaciones de café sumaron 399 millones de dólares en el período enero-setiembre del presente año, contra 421 millones del año pasado, afectando la economía de miles de pequeños agricultores y la cadena de pagos por deudas contraídas con Agrobanco.
El volumen embarcado en este período fue de 2 millones 990 mil quintales, ligeramente menor del 2016, en que sumaron 3 millones 4 mil quintales. Con estos resultados, los ejecutivos de cooperativas y empresas cafetaleras consideran que hasta diciembre las exportaciones cafetaleras caerían 4%, distante de los estimados iniciales que se hicieron y que daban más del 5% en comparación al año pasado.
“Las cifras que reportan los registros aduaneros evidencian la realidad cafetalera de nuestro país, de permanente crisis por bajos precios, cuyos únicos perdedores somos los productores. Ganamos imagen internacional con subasta de cafés extraordinarios, pero la inmensa mayoría acumulamos pérdidas”, señaló Tomás Córdova Marchena, presidente de la Junta Nacional del Café (JNC).
Dijo que hasta diciembre se estiman lograr embarcar 5 millones 350 mil quintales, por un valor de 730 millones de dólares, contra 5 millones 210 mil quintales valorizados en 760 millones.
“Si bien hemos mejorado la producción, estimada en 7% superior a las 264,500 toneladas del año pasado, las pérdidas se acumulan en las familias cafetaleras por altos costos y bajos precios. Lamentablemente el Gobierno se niega a reconocer esta realidad y hace oídos sordos. Sólo tiene ojos y oídos para el agro costeño y la gran minería”, agregó el dirigente cafetalero.
Buenos precios para microlotes
Saludó los resultados de la subasta internacional de los cafés especiales, que permitió alcanzar precios de 10 mil dólares para microlotes para productores de Cajamarca, y refirió que detrás del esfuerzo de los pequeños agricultores está el apoyo que durante años brindan las cooperativas de los cuales son socios.
“Cajamarca cambió la caficultura regional gracias al trabajo de las cooperativas, que impulsaron la calidad y productividad al articularse al mercado de café orgánico y comercio justo”, agregó.
Destacó que los cafés ganadores en la subasta internacional correspondan a variedades tradicionales, cultivados entre 1,600 y 2,000 metros sobre el nivel del mar.
“Es una lección que nos obliga a tomar en cuenta en el Plan Nacional Cafetalero que se trabaja en el marco del Consejo Nacional del Café, espacio que debe consolidar la institucionalidad público-privada indispensable para reactivar la caficultura peruana”, finalizó.