Las buenas compañías no salen a buscar grandes líderes a la calle, los cultivan dentro de la propia empresa. Al igual que en los equipos deportivos, en el mundo de los negocios tener una buena cantera también es importante y positivo.
¿Y cómo hacen las mejores empresas para crear en casa futuros líderes? Te explicamos las claves en este artículo.
Promover el desarrollo del liderazgo en todos los niveles de la organización
No sólo y justo por debajo del nivel superior. El desarrollo de un suministro adecuado de líderes es una inversión a largo plazo y debe empezarse desde abajo. Las mejores empresas entienden esto y trabajan con sus empleados desde que entran en la empresa sin importar en qué nivel estén.
Evaluar a los líderes actuales para saber cómo deben ser los del mañana
No se pueden mejorar las cosas si no se miden, por tanto, es necesario evaluar el liderazgo actual para saber qué aspectos hay que trabajar con los futuros líderes. Existen diferentes métodos para evaluar las fortalezas y debilidades de un líder, entre ellos entrevistas basadas en el comportamiento, simulacros de trabajo, etc. Todo ello ayuda a medir el potencial y rendimiento. Además, comparar el nivel con ejecutivos de otras empresas ayuda a que los líderes actuales tengan ganas de superarse, ya que este último es un sentimiento que a veces se pierde con el paso de los años en una misma empresa.
Construir un plan de acción para desarrollar el liderazgo y ponerlo en marcha
Un programa que debe tener como pilares fundamentales la corrección y mejora de los problemas o debilidades identificadas en la evaluación pretérita y el apoyo de los jefes. Si los jefes no se involucran en poner en marcha el plan, difícilmente los futuros líderes se sentirán apoyados, valorados y con ganas de ser los mejores. El apoyo de los superiores al plan de desarrollo del liderazgo debe ser teórico y práctico, patente.
Realizar un seguimiento del plan de desarrollo del liderazgo
Es decir, asegurarse de que se está cumpliendo con él porque, ¿de qué sirve un plan si no se hace lo que pone en él? En todo caso, este es un proceso independiente de la evaluación de los líderes actuales. De lo que se trata es de comprobar que funcionan los mecanismos puestos en marcha para cultivar nuevos líderes. Lo más común es realizar reuniones periódicas, generalmente trimestrales, con el líder en cuestión y evaluar su progreso para determinar si funciona el plan aplicado.
Fomentar el mentoring
Esto es, no obligar a los mentores a ejercer como tal. Para que el mentoring funcione realmente, ambas partes deben estar realmente implicadas, es decir, el mentor y el aprendiz. Un mentor sin motivación alguna no sirve de nada, de hecho puede llegar a creer que el aprendiz empaña su liderazgo, sentir envidia y perjudicarle más que ayudarle. Los jefes son los que deben poner en contacto a mentores y futuros líderes, ya que conocen a los primeros y sabe, o debieran saber, las necesidades de los segundos.
Hablar sobre la trayectoria profesional entre jefes y empleados
Los buenos jefes siempre sacan un hueco para hablar con sus empleados sobre su trayectoria profesional. No se puede pretender cultivar líderes sin saber siquiera si ellos tienen intención de serlo o piensan irse de la empresa en dos meses. Un jefe que se preocupa por sus empleados suele crear un sentimiento de lealtad en ellos que es muy positivo de cara a crear cantera. Las mejores empresas saben que para tener a los mejores entre sus filas lo mejor es formarlos y conservarlos, porque algún día podrán ser sus líderes.
Fuente: Foro Económico Mundial / Forbes España