POPULARIDAD. La calificación que el público otorgó al discurso de Fiestas Patrias del presidente Pedro Pablo Kuczynski es 10.7. O sea que, redondeando el decimal, como dirían los escolares, “pasó con las justas”. Según la encuesta Pulso Perú, se elevó el porcentaje de quienes opinaron que el mensaje fue positivo (ocho puntos porcentuales), con respecto al del año pasado, aunque aumentó en mucha mayor medida (39 puntos porcentuales) el número de los que lo consideraron negativo. Esto explicaría en buena medida la baja nota.
No es una buena noticia para el Gobierno, pues sus tímidos esfuerzos por elevar el ánimo de la población no están rindiendo frutos. Es que, por ahora, solo se ha limitado a hacer anuncios y no se percibe nada concreto en la mitigación de problemas agobiantes como la inseguridad, que ocupa el primer lugar entre los temas que el público dice que no escuchó en el discurso.
El tercer lugar en esa lista de ausencias lo ocupa la corrupción, que apenas mereció una mención y la presentación de un proyecto de ley para modificar la designación de los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), que está siendo muy criticado. Las complicaciones coyunturales también inquietan a la población: el segundo y cuarto lugar entre los temas no tocados por PPK corresponden a la solución de las huelgas de profesores y médicos, respectivamente. De hecho, ambas paralizaciones continúan.
La huelga magisterial, cuyo foco central estuvo en el sur, parece haber tenido un efecto significativo en la opinión pública de esa región, que votó mayoritariamente por PPK en la segunda vuelta. Su desaprobación pasó de 52% a 68% en solo un mes y ahora es la zona del país más descontenta con su labor. La popularidad presidencial ha caído en todos los niveles socioeconómicos, en especial en el C, que ha sido uno de los más golpeados por la desaceleración de la economía.
También es pertinente notar que la ciudadanía duda de la eficacia de las propuestas hechas por el mandatario. Lo que preocupa es que esta lectura de las encuestas no parece ser compartida por él ni por sus ministros. PPK desperdició dos oportunidades para comenzar a mejorar la situación del país: al inicio de su Gobierno y en el verano, cuando la respuesta a El Niño costero elevó temporalmente su popularidad. Quizás habría que contarle que el país sigue en emergencia, pues aparentemente solo en esas circunstancias “se pone las pilas”. Es que estamos en emergencia.