La Asociación de Gremios de Productores Agrarios (AGAP) informó que un informe elaborado por Apoyo Consultoría permitió conocer que durante la próxima década se generarían 780,000 puestos de trabajo formales directos adicionales en el agro moderno del Perú, duplicando otra vez el empleo formal en el campo peruano.
Indicó que en el 2004 la agroindustria peruana contaba con 433,000 trabajadores y para el 2014 la cifra se había elevado a 822,000.
“En ese lapso, el empleo directo formal generado por la denominada agricultura moderna creció a un ritmo promedio anual de 6.6%”, dijo el gremio.
Agregó que a los casi 400,000 nuevos empleos directos hay que sumar otros 900,000 indirectos derivados de encadenamientos productivos.
A pesar de ser relativamente jóvenes, las empresas de la agricultura moderna, también llamadas agroindustriales o de agroexportación, figuran entre las principales empleadoras del país. Cuatro de ellas (Camposol, Danper Trujillo, Complejo Agroindustrial Beta y Sociedad Agrícola Virú) se ubican entre las diez primeras.
Así como el número de puestos de trabajo se ha incrementado, los ingresos reales de los trabajadores también aumentaron creciendo a una tasa de 3.6% anual entre 2004 y 2013.
“Se trata de un crecimiento que triplica y duplica el experimentado por el ingreso de los trabajadores del sector construcción (que aumentó a un ritmo de casi 1 % anual en el mismo lapso) y que el de los trabajadores del sector manufacturas (que creció a una tasa cercana al 1.6 % anual)”, dijo la AGAP.
Actualmente el sueldo de los trabajadores formales agrarios es el doble que el de los informales. En el 2004, un trabajador formal agrario ganaba S/. 530 y un informal S/. 255 pero al 2013, el ingreso del trabajador agrario formal aumentó a S/. 940 y en el caso del informal, a S/. 466.
Las condiciones de vida de los trabajadores agrarios formales también han mejorado, ya que cuentan con los beneficios establecidos por ley como seguro médico, fondo de jubilación, CTS, vacaciones, etc.
En general, el desarrollo de la agricultura moderna ha contribuido poderosamente a la reducción de la pobreza en las regiones costeras del Perú. Mientras hace una década siete de cada 10 trabajadores agrícolas de la costa estaban sumidos en la pobreza, hoy esa cifra ha caído a menos de tres de cada 10.