El 60% de viviendas de Lima son producto de la autoconstrucción y eso las hace vulnerables ante cualquier movimiento sísmico de gran magnitud que ocurra, mientras que los distritos como Villa El Salvador y Ventanilla están más expuestas a peligros de sismo o tsunamis, informó hoy el especialista en Gestión de Riesgo de Desastres del PLAM 2035, Rodrigo Calderón.
“El PLAM 2035, que está en elaboración, está considerando el riesgo de desastres como un tema prioritario en una ciudad que, se calcula, llegará a los 13 millones de habitantes para esa fecha. Enfrentar estos riesgos requiere pensar la ciudad desde una perspectiva estructural y a largo plazo”, comentó.
Adelantó que el plan propone medidas de prevención que impidan generar más riesgo, reducir el riesgo existente y contar con servicios urbanos para afrontar un desastre.
“Se calcula que, en un terremoto habría más de 200,000 viviendas destruidas y cerca de 350,000 altamente afectadas, con lo cual las autoridades tendrían que albergar a más de dos millones de personas”, proyectó.
Calderón señaló que las viviendas más vulnerables son las que han sido construidas en suelos de mala calidad, las viviendas antiguas y las que se ubican en laderas de los cerros, en este último punto actualmente viven un millón de personas.
De acuerdo al tipo de suelo, el PLAM 2035 ha determinado zonas de mayor riesgo ante un movimiento sísmico como las conformadas por depósitos de arenas eólicas de gran espesor y sueltas, tal es el caso de los distritos de Ventanilla, Callao, Chorrillos, Villa El Salvador y Lurín.
También están las zonas de depósitos de suelos finos y arenas de gran espesor que se presentan en algunos sectores de los distritos de Puente Piedra, La Molina y Lurín. Además serían afectados el distrito de La Punta, cuyo perfil estratigráfico es particular, y un sector del distrito de Pachacámac, cuyos depósitos profundos de arena generan periodos de vibración largos.
El especialista en un escenario de tsunami, las zonas de alta vulnerabilidad son: Ventanilla (2 kilómetros de máxima inundación horizontal), el puerto del Callao (0.7 km de inundación), Villa – Chorrillos (1.2 km de inundación) y Lurín (1.5 km de inundación).
“El tiempo de llegada de la primera ola sería de unos 20 minutos (al Callao), lo cual proporciona poco tiempo para realizar una evacuación. Mientras que la máxima altura de la ola en la línea de costa para la zona del Callao (Chucuito) es de unos 7 metros (para el escenario sísmico más probable de 8.5 Mw)”, aseveró.
Finalmente, enfatizó que ante un escenario de sismo de gran magnitud seguido de tsunami será necesario albergue para entre dos a tres millones de personas, para lo cual sería necesario 830 hectáreas de terrenos que puedan habilitarse para ese fin.
“Se prevé que, entre otros espacios abiertos, los parques zonales de la Municipalidad Metropolitana de Lima sirvan como zona de albergue”, añadió.
En el caso de oferta hospitalaria de Lima, refirió que los principales se concentran en la parte antigua de Lima (Cercado de Lima), el Callao y alrededor de Jesús María, los cuales tienen equipamientos para realizar atenciones complejas.
“Fuera de esta zona, los hospitales principales son escasos y alejados uno del otro. Existen grandes zonas desabastecidas de hospitales generales o especializados como es el caso del norte del Callao, San Juan de Lurigancho, la zona Este y la zona Sur (Villa María el Triunfo y Villa El Salvador)”, advirtió.