El mundo está perdiendo de 25 a 33 % de los alimentos que produce, cerca de 4 billones de toneladas métricas. Y América Latina, siendo la región que menos desperdicia, pierde unas 80 millones de toneladas por año, que representa el 15% de su producción alimentaria.
De acuerdo al último reporte trimestral del Banco Mundial, de un billón de toneladas métricas de alimentos perdidos, los países desarrollados son responsables por el 56%, y las naciones en desarrollo, del 44%. Latinoamérica, donde millones de niños sufren desnutrición crónica, es responsable del 6% del desperdicio mundial de alimentos.
Desde el punto de vista de la nutrición, esto significa que se desperdicia una cuarta parte de los componentes energéticos -o 450 kilocalorías- que una persona necesita diariamente para vivir.
La peor cantidad de alimentos desperdiciados se da en América del Norte con 1,520 kilocalorías, seguida de Europa (748), Asia (746) y África (594). El sur de Asía, seriamente afectada por desnutrición, es la región que está perdiendo menos calorías, con 414.
Según el reporte del Banco Mundial, las causas de esta anomalía varían en función de los niveles de desarrollo económico. Los países de ingreso alto desaprovechan la mayor parte de sus alimentos en la etapa del consumo, mientras que los países en desarrollo sufren estas pérdidas en la fase de producción.
La entidad internacional señala que las potenciales soluciones para prevenir pérdida de alimentos incluyen cambiar las técnicas de producción agrícola, hacer largas inversiones en transporte e infraestrcutura, y cambiar el comportamiento de comercializadores y consumidores.
Precios de alimentos siguen bajando
Según estimados del Banco Mundial, la FAO, y el Instituto de Recursos Mundiales, los precios mundiales de alimentos continúan cayendo un 3%, desde octubre de 2013 a enero de este año, a una velocidad más lenta que en previos trimestres.
Esta caída es 11% más baja que un año atrás y 18% por debajo de agosto de 2012, cuando se dio la histórica alza.
El informe también señala que los precios de consumo doméstico tuvieron variaciones normales, de acuerdo al mercado interno. Sin embargo, algunos países experimentaron alzas en cereales.
Por ejemplo, Perú registró una grande variación en el precio del arroz de alrededor del 10% de octubre a enero de 2014, y de 20%, en relación a enero del año pasado.