La Paz (AFP).- Bolivia planea vender energía a Brasil y Chile, con la construcción de represas hidroeléctricas, en el norte de La Paz y en los llanos de la región de Santa Cruz (este), señaló hoy el vicepresidente boliviano Álvaro García.
El gobierno del presidente Evo Morales adjudicó en setiembre pasado la construcción de la represa Rositas en Santa Cruz a un consorcio de capitales chino-bolivianos, a un costo de US$ 1,000 millones, y que entrará en operaciones en el 2024, con un crédito de Pekín.
El poder Ejecutivo también tiene la intención de construir la planta hidroeléctrica de El Bala, al norte de La Paz, a un costo estimado inicial de US$ 6,000 millones, aunque aún tropieza con la oposición de nativos que temen daño al medio ambiente.
“Cuando tengamos El Bala funcionando o parte de Rositas funcionando, Bolivia se presenta en los mercados de Chile y de Brasil, con una gran oferta, con grandes volúmenes energéticos y a muy buenos precios”, afirmó el vicepresidente García, durante una conferencia de prensa.
Señaló que “estamos apostando a tener una mayor oferta de energía eléctrica para tener un precio, oferta y volumen que sean imbatibles para cualquier ofertante” y que por ello se ha diseñado la construcción de varias plantas hidroeléctricas en todo el país y desarrollar -según él- una política energética.
El Ministerio de Energía de Bolivia anunció que hasta el 2025 Bolivia prevé realizar inversiones por US$ 30,000 millones en hidroeléctrica, termoeléctrica y energías renovables para producir 15,000 Megawatios (MW).
Bolivia, en la actualidad tiene una oferta de energía de 1,858 MW y una demanda de 1,433 MW. El país andino también vende gas natural a Argentina y Brasil.
El presidente Morales creó esta semana el Ministerio de Energía que se abocará, principalmente, a esas tareas.