ELÍAS GARCÍA
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A la caída de la producción y reservas de mineral, particularmente de cobre en el 2012, se suma una retracción, en los primeros meses del 2013, en el número de petitorios mineros y áreas dadas en concesión, que además no están siendo exploradas y no permiten una mayor inversión en esa actividad, sostiene el Ingemmet.
Ya en todo el 2012, el número de petitorios para adjudicarse áreas en concesión minera había sido de 7,247, lo que significó una caída del 27%, frente a los 9,942 petitorios registrados en el 2011, según estadísticas del citado instituto.
En enero último, se registraron solo 1,121 petitorios, un 19% menos que en igual mes del 2012, mientras que el área solicitada en concesión en el primer mes de este año fue de solo 552,152 hectáreas, 25% menos que en similar periodo del 2012, detalla esa entidad.
La situación se agudizó en febrero último, mes en que las solicitudes para adjudicarse concesiones cayeron en 30%, mientras el número de áreas solicitadas fue inferior en 49% respecto a febrero del 2012, llegando el segundo mes de este año a solo 127,144 hectáreas; una de las más bajas en los registros del Ingemmet, que datan desde el 2007.
Las causas
La reducción en el número de petitorios y áreas a concesionar tiene diversas causas, indicó a Gestión Henry Luna, director de Catastro Minero del Ingemmet.
El primer factor, explicó, es que en el país hay cada vez más áreas que están siendo restringidas para la minería, por la mayor creación de áreas naturales protegidas.
Por esa razón, hoy cerca de 69% del territorio está restringido para la actividad minera, cuando hace pocos años oscilaba entre 59% y 60%, anotó.
El problema es que si bien antes solo el Sernanp administraba las áreas naturales protegidas , ahora cada gobierno regional está creando también sus propias áreas protegidas, basados disposiciones que están fuera del marco legal, sea por ordenanzas regionales o municipales, anotó.
Factor privado
Otra causa es que además se están entregando áreas de conservación privada, en algunos casos, para hacer turismo, lo que eleva aún más el número las zonas restringidas.
Un factor adicional, aseveró, es que la mayoría de personas o empresas que tienen concesiones prefieren pagar su derecho de vigencia para que la concesión no se extinga, pero no están realizando inversiones para hacer exploración, pero así tampoco pueden entrar allí otras empresas.