El presidente del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan), Víctor Vargas, informó que el Plan Estratégico de Desarrollo Nacional, conocido también como “Plan Bicentenario”, tuvo reajustes en el número de indicadores, dado que los 96 plantados dificultaban trazar metas concretas.

“Tenía muchas deficiencias; propone 96 indicadores que son demasiados (…) esa abundancia no ayuda a nada porque finalmente no se tiene claro hacia dónde apuntar”, sostuvo Vargas.

Entre las deficiencias estaba fijar como indicador un número determinado de Documento Nacional de Identidad (DNI) entregados, hecho que no contribuía a establecer ninguna meta.

“Ahora el Plan de Desarrollo Nacional contempla solo seis indicadores líderes, número similar al de los objetivos nacionales planteados para el 2021”, precisó. En ese sentido, afirmó que el seguimiento a estos indicadores permitirá monitorear cómo se avanza hacia estas metas.

Vargas señaló que estos indicadores son: el Producto Bruto Interno (PBI) per cápita y el porcentaje de la participación del valor agregado bruto departamental. Este último tiene que ver con la organización de ciudades sostenibles, provistas de infraestructura de calidad.

Se fijan además como indicadores los índices de desarrollo humano, el de pobreza multidimensional, el de efectividad gubernamental y el de desempeño ambiental, informó Vargas.

“Indicadores como el de la pobreza multidimensional permite establecer metas concretas y compartidas, sobre las que se puede ir articulando el funcionamiento del Estado en su conjunto”, indicó.

Recordó, en tal sentido, que el cumplimiento de los objetivos es trasversal a todos los estamentos del Estado. Asimismo Vargas reafirmó que el documento, elaborado el 2010 y pendiente de aprobación en el Consejo de Ministros, fija las metas que quiere lograr el país, cuando cumpla 200 años de Independencia, en el 2021.

“Queremos un país en el que se respeten los derechos humanos de todos los ciudadanos, sin que haya discriminación, con acceso a servicios de salud y educación de calidad, donde los trabajadores tengan altos ingresos y se reduzcan las brechas de desarrollo entre la capital y el resto del país, y entre los centros urbanos y las zonas rurales”, recalcó Vargas.

Para que estos objetivos se trabajen sobre una base concreta, el funcionario explicó que se han escogido indicadores basados en estudios desarrollados por entidades como el INEI, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Banco Mundial y la Universidad de Yale.

Cabe destacar que la elaboración del Plan Bicentenario contempló también las tendencias globales previstas para los próximos años, como el bono demográfico que permitirá en los 20 años siguientes un incremento de la población en edad de trabajar.

Este fenómeno implicará el aumento de consumidores potenciales en ese periodo, lo que a su vez “representa más oportunidades para el comercio, mayor demanda de productos y alimentos, así como de servicios educativos”.