Una investigación del Instituto de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) sobre la importación de prendas de vestir que vienen de China detectó que una camisa procedente de ese país puede costar hasta 883% más cara en Estados Unidos, que otra prenda china de igual confección y calidad que ingresa al Perú.
Carlos Posada, director del instituto, advirtió que tal diferencia de precios –que afecta a la industria nacional de confecciones, al no poder competir con importaciones tan baratas– podría ser el resultado de actividades ilegales de dumping (precio por debajo del costo de producción para eliminar la competencia), subvaluación, contrabando o triangulación.
“La diferencia máxima de 883% en la misma prenda que va a uno y otro mercado, es el pico, donde la diferencia promedio de esa camisa que ingresa al Perú, es de 400% con respecto a la que va al mercado norteamericano”, explicó, en referencia a productos que ingresan al Perú, a través de los grandes importadores.
Esta situación, anotó, también se repite con otras prendas, como polos y pantalones. En el caso de polos, los valores declarados tienen diferencias entre 75% y 120% con respecto a los productos chinos que se venden en Estados Unidos.
Por volumen
Además, dice Posada, tampoco se explica la diferencia de precios, cuando, por volumen, EE.UU. importa muchas más prendas de China que Perú. Ya que a mayor volumen, los precios tienden a bajar, y a menor cantidad son más caros, pero que en este caso sucede lo contrario.
Indecopi confirmó a mediados del 2015 el fin de medidas antidumping que impuso a la importación de prendas chinas desde el 2013, y que correspondían a 34 subpartidas arancelarias, agrupadas en polos, camisas, pantalones y shorts, ropa interior y medias.
Posada remarcó que si bien el ingreso de tales productos a precio ínfimo desplaza del mercado a las micro y pequeñas empresas, la situación también afecta a las medianas y grandes firmas confeccionistas del país.
Investigación
Por estas razones, exhortó a las autoridades a investigar las presuntas acciones ilegales que estarían detrás de la situación que afecta a las empresas locales.
También recomendó mejorar los procedimientos de valorización de las mercancías de importación y, en general, la política para brindar un verdadero respaldo al comercio exterior.
En el tema referido a la valorización, Posada advirtió que el problema es la facilidad que tiene el importador de acudir al Tribunal Fiscal para objetar el valor impuesto por Sunat, y luego lograr que dicho tribunal le dé la razón.
Valorización
Estima que en un 99% de los casos, el citado tribunal otorga la razón a los importadores, argumentando que Aduanas no puede determinar exactamente el valor del producto, en vista de que suele estimar distintos valores a lotes de prendas que trae un mismo importador en operaciones diferentes y dependiendo de su volumen.
Para resolver este problema, Posada plantea fijar un sistema que permita a Aduanas un control directo de los precios internacionales de este tipo de artículos importados, y cobrar el respectivo impuesto de forma automática, sin procesos engorrosos, y sancionar en procesos sumarios a los malos importadores.
LAS CLAVES
Malos importadores. Algunas compañías que son detectadas en el Perú suelen cambiar de RUC y razón social para continuar con las malas prácticas, señala la Cámara de Comercio de Lima.
Costo logístico. Llega al 29% en el Perú.
Volumen. Perú representa el 0.2% de la exportación china.
Falta de apoyo sacó del mercado a 4,900 firmas
El director del Instituto de Comercio Exterior de la CCL, Carlos Posada, observó que entre el 2012 y el 2015 dejaron de existir 4,900 empresas exportadoras, por efecto de las importaciones chinas a precios artificialmente bajos, así como por sobrecostos internos y falta de apoyo del Estado al comercio exterior.
En general, estima que el valor de las exportaciones del sector textil confecciones cayó 30% en el 2015.
El problema se agudizó, explicó, porque, en general, son empresas locales que en un 50% exportan sus productos y en otro 50% destinan su producción al mercado local, que ahora les da la espalda por el avance de las importaciones de prendas chinas. El problema se da porque si bien el 100% de las exportaciones peruanas están sujetas a revisión y regulación posterior, apenas el 10% de las importaciones son sometidas a una revisión, explicó.
Además, remarcó que faltan políticas de promoción para facilitar el acceso al mercado externo.