(Reuters).- Una tasa de desempleo más baja en enero y un alza de los salarios sugiere que la economía estadounidense está resistiendo la desaceleración global, pero condiciones crediticias más duras y menores contrataciones reducen las probabilidades de otra alza de las tasas de interés de la Reserva Federal (Fed) en marzo.
Aunque datos publicados el viernes respaldaron la visión de la Fed de que el mercado laboral está cerca del pleno empleo, siguen las preocupaciones respecto a cómo la economía estadounidense impulsada por el consumo superará la debilidad en Asia y Europa, así como un desplome de los mercados de materias primas que amenaza a una serie de economías en desarrollo.
“Todo eso afectará a nuestra economía (y) necesitaremos de nuestra fuerza doméstica para seguir resistiéndola”, dijo el economista jefe de la Casa Blanca, Jason Furman, a la red CNBC después de que el Departamento del Trabajo publicó datos mensuales del empleo en el país.
El reporte mostró que la tasa de desempleo cayó a un 4.9% en enero, su nivel más bajo en ocho años, mientras que el aumento de 12 centavos en las ganancias promedio por hora fue el mayor en un año.
Sin embargo, el ritmo general de contrataciones se frenó a 151,000 en enero desde 262,000 en diciembre, y menos que la tasa de 190,000 esperada por los mercados.
La Fed conocerá un informe de empleo más antes de su próxima reunión de política monetaria del 15 y 16 de marzo. Los contratos futuros de los fondos de la Fed en CME implican que los inversores prevén una probabilidad de sólo un 14% de un alza de tasas en esa reunión, levemente más que un 12% un día antes.
Los inversores proyectan ahora sólo un alza de tasas este año, en diciembre, en vez de los cuatro que anticipaban los miembros de la Fed a fines del 2015.
Cuando la Reserva Federal comenzó a subir las tasas de interés en diciembre, su mensaje fue claro: quería mantener las condiciones monetarias expansivas y creía que Estados Unidos aún necesitaba de eso para mantener a una modesta recuperación en curso.
Ahora los mercados parecen haber tomado las cosas en sus propias manos y una serie de datos financieros y de sondeos muestran que tomar dinero prestado se ha hecho más difícil para grandes y medianos negocios en el país, un reflejo de una mayor aversión al riesgo tras un desplome de los mercados bursátiles y de materias primas, además de preocupaciones sobre una desaceleración económica general.
Para la Fed es muy importante por cuánto tiempo sucederá eso y qué efecto tendrá sobre la economía real.
“La Fed podría haber errado el ciclo empresarial completamente (..) El ciclo financiero también parece haber cambiado”, dijo el ex gobernador de la Fed, Kevin Warsh, sobre la decisión de comenzar a subir las tasas de interés en diciembre, tras siete años cerca de cero. “El desempeño de la economía ha estado muy por debajo de lo que habían pronosticado”.
La demanda de empresas medianas y grandes por préstamos comerciales e industriales cayó en el cuarto trimestre por primera vez desde 2012, según datos de la Fed.
La demanda por préstamos también cayó antes de las dos últimas recesiones en Estados Unidos y a algunos analistas de Wall Street les preocupa que las menores solicitudes de crédito y una leve alza en el ritmo de despidos apunte a que las empresas se preparan para otra depresión.
“A juzgar por la reciente situación de los mercados y por lo que sucede en muchas economías del mundo, este es un momento apropiado para tomar seriamente los riesgos de recesión”, dijo el banco Credit Suisse en una nota a sus clientes.