(AFP) Las condiciones externas aún lastran el crecimiento en América Latina y el Caribe, pero varios países están en recesión fundamentalmente a raíz de factores internos, afirmó el economista jefe del FMI para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner.
Señaló que la mayoría de los países latinoamericanos y del Caribe están adaptando sus economías a un escenario con precios bajos de materias primas.
En esos países, apuntó Werner, la transición a una economía con precios deprimidos de commodities se realiza de forma ordenada, con una combinación de políticas que respaldan un elevado nivel de empleo y un crecimiento moderado.
Sin embargo, economías importantes de la región deberán terminar el año en recesión, que en el caso de Brasil deberá llegar a un -3.8%, una contracción igual a la que ya había experimentado el año pasado.
En la opinión de Werner, la caída en los precios internacionales del petróleo y de las principales materias primas representa un “lastre” para varios países, aunque esos casos de contracción obedecen a “factores internos”.
Combinación de desaciertos
En el caso de Brasil, la continuidad de la contracción se debe a “una combinación de desaciertos en la aplicación de políticas, fragilidades macro económicas” y un conflictivo escenario político.
“El deterioro de la posición fiscal y la dinámica de la deuda pública incidieron con fuerza en el derrumbe de la confianza”, añadió.
En tanto, Argentina, la tercera mayor economía de la región, inició a fines de diciembre una “ambiciosa y muy necesaria” transición para eliminar distorsiones y desequilibrios, con un conjunto de medidas que mejoran las perspectivas de medio plazo pero que permiten proyectar una evidente desaceleración este año.
El FMI prevé que Argentina cerrará 2016 en retroceso de 1%, después de hacer cerrado el año anterior con crecimiento de 1.2%.
En Argentina, señaló Werner, se verificó una expansión no sostenible del consumo, y la inversión cayó a niveles muy bajos, inclusive para los parámetros latinoamericanos.
“Entendemos que este nuevo marco, de mayores certidumbres y menores distorsiones, debería llevar a una recuperación de la inversión”, manifestó.
También saludó la reaproximación de Argentina con el FMI, en momentos en que equipos técnicos preparan una visita a Buenos Aires para septiembre, en la que sería la primera misión oficial del FMI al país en casi una década.
“El ministro argentino de Hacienda, Alfonso Prat Gay, dijo que tenían expectativa de una visita por el artículo IV en la segunda mitad de este año. Saludamos el compromiso de las autoridades argentinas con el Fondo”, señaló.
Vulnerable
En Venezuela, la situación mantuvo la tendencia al deterioro ante distorsiones de políticas y desequilibrios fiscales que siguen sin resolverse, indicó.
En compensación, toda la región de América Central y el Caribe volverá a beneficiarse este año de una recuperación de la economía estadounidense. La baja en los precios del petróleo resulta beneficioso para los países caribeños, importadores de crudo.
En general, señaló Werner, toda la región sigue vulnerable a una desaceleración mayor en China, nuevas caídas en los precios de las materias primas y un nuevo deterioro de la situación en Brasil.
Agregó que este cuadro deja a los formuladores de política económica en los países exportadores de materias primas ante el desafío de reubicar la mano de obra y el capital fuera de los sectores intensivos en recursos naturales.