Atenas (AFP).- Equipos de expertos de los acreedores iniciaron este lunes en Atenas otra ronda de negociaciones con responsables griegos sobre la lista de reformas pendientes para que el país reciba un nuevo tramo de préstamos, indicó el ministerio de Finanzas griego.
Altos directivos de los acreedores --la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)-- llegaron “antes del fin de la semana” a Atenas para entrevistarse con los ministros griegos sobre esas reformas exigidas.
Entre ellas figuran la continuación de las privatizaciones, la gestión de los préstamos bancarios dudosos y la reforma del mercado de trabajo.
Varios sindicatos han llamado a una manifestación en la simbólica plaza Syntagma de Atenas ante el Parlamento para protestar contra la desregulación del mercado de trabajo.
Estas negociaciones inauguran la segunda revisión de las cuentas griegas, tras terminarse la primera la semana pasada. Ello condujo --pese a las reticencias alemanas-- a la entrega parcial a Atenas de un préstamo de 1,100 millones de euros, sobre los 2,800 millones inicialmente previstos.
La entrega de los 1,700 millones restantes está condicionada a la obtención de otros datos complementarios por parte de Atenas, lo que se espera ocurra a fines de octubre.
Desde hace siete años, Grecia está sometida a políticas de austeridad draconianas, y no logra salir de la recesión pese a la mejoría de sus finanzas.
Ello se debe sobre todo a la inmensa carga de la deuda pública, que se ha disparado en los últimos años después de que el país recibiera tres préstamos internacionales, concedidos para evitar el ‘default’ de Grecia, pero a cambio de profundas reformas.
El gobierno griego dirigido por Alexis Tsipras, de la coalición de izquierda Syriza, pide una restructuración de la deuda, solicitud que los acreedores europeos reciben con división de opiniones.
“Los Estados miembros de la zona euro (…) son dueños de la decisión en esta materia”, escribió el viernes pasado el comisario europeo de Asuntos económicos, Pierre Moscovici, en respuesta a una carta abierta de 36 eurodiputados favorables a una rápida reducción de la deuda griega.