¿Cuáles son las perspectivas económicas del BBVA Research para este año?
El primer trimestre ha estado por debajo de lo que esperábamos y esa inercia posiblemente afecte algo del desempeño económico en el segundo trimestre también. Nos hubiera gustado ver un poquito más de empuje por el lado primario. Su rebote se va a dar, pero no sucedió en el primer trimestre y eso te arrastra la cifra de crecimiento del año.
Para los siguientes trimestres podríamos crecer entre 3.5% y 4.5% hacia la última parte del año. Desde luego, esto está condicionado a una serie de elementos. Por un lado, ojalá no haya un mayor deterioro de la confianza empresarial. Si hay exceso de cautela, el crecimiento incluso podría venir menos dinámico de lo que hoy se espera.
¿La debilidad de los datos de crecimiento exacerba la debilidad de la confianza?
Si hay una continuidad de datos decepcionantes de crecimiento económico, el rebote no viene y entonces hay esa percepción en el sector corporativo: ¿para qué expandir gasto e inversión si todavía la situación no pinta dinámica?
¿Qué pasará con la inversión y consumo privados este año?
Yo esperaría que no haya un mayor deterioro de la inversión privada. Esperamos que pueda crecer alrededor del 1% o 1.5% este año. Está condicionado a que no haya un deterioro de la confianza empresarial o efectos del ruido político.
La desaceleración del consumo está en línea con una inversión más lenta, que ralentiza la generación de empleo, y finalmente afecta la disposición de la gente a gastar. El consumo va a mantener unos niveles de crecimiento mucho más moderados que lo visto en años anteriores.
¿El ruido político puede frenar más la demanda interna?
Ojalá que esto se calme y que el Congreso continúe con su labor legislativa y saque los proyectos que el Ejecutivo ha enviado para acelerar temas de crecimiento. Las cifras deberían mejorar en el segundo trimestre, en que veremos algo más de empuje de sectores primarios.
¿Le parece que el repunte de los sectores primarios será la clave de la recuperación?
Posiblemente la recuperación de los sectores primarios no se sienta con tanta intensidad como una recuperación de la demanda interna. Si ves que ella se recupera, ves más ventas, más dinamismo en el mercado. Todo eso va a ser un poquito más gradual.
¿Cómo cree que le irá a los sectores no primarios?
Esos son los que sí me preocupan. Ahí estamos viendo un estancamiento y una ligera tendencia a desacelerarse, que refleja la debilidad de la demanda interna. Estos sectores son los más importantes en el PBI, generan más empleo y dan la sensación de mejora y bienestar. Se están estancando en niveles de crecimiento alrededor de 3%. Ojalá veamos, a partir del segundo trimestre, una mejora por el lado de la demanda interna que permita potenciar estos sectores.
El gasto público viene de capa caída. ¿Cómo hacer política contracíclica en ese escenario?
No vemos medidas fiscales en el muy corto plazo como para que puedan ser el elemento que va a permitir atenuar la desaceleración cíclica de la economía. Posiblemente podrían darse más temas por el lado de aumentar el ingreso disponible de la gente. Por ejemplo, hay que ver si se renuevan las exoneraciones a las gratificaciones de pagos a la AFP y los pagos de Essalud, porque sino el efecto de las reducciones del impuesto a la renta vigentes desde inicio de año se va a revertir completamente si se eliminan estas exoneraciones.
Ver también si es posible flexibilizar las CTS o una mayor transmisión de los precios internacionales del petróleo y commodities agrícolas. Creo que por ahí podría venir un estímulo un poco más rápido.
Impulso a inversión pública no es a corto plazo
Para el economista jefe del BBVA Research, Hugo Perea, dinamizar la inversión pública es complicado y no es algo que pueda hacerse en el corto plazo.
En detalle, el experto explicó que se han tomado algunas medidas que han evitado un mayor desplome en la ejecución de la inversión, especialmente de la subnacional. Sin embargo, destacó que hay procedimientos para apuntalarla en el mediano plazo.
Entre ellas -sostuvo- está una reforma del proceso de descentralización y una mayor contratación de personal en unidades ejecutoras, que consideró que están “a tope”. Además, anotó que potenciar la contratación de gente que posea más habilidades y capacidades es clave.