Omar Mariluz Laguna
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Elías García Olano
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Dado el prolongado silencio sísmico que enmudece el suelo limeño, y los cada vez más frecuentes sismos de gran magnitud que sacuden el mundo, en los últimos días habían surgido dudas sobre, si la futura Línea 2 del Metro, que recorrerá el subsuelo de Lima a 20 metros de profundidad, estaría preparada para soportar un terremoto de gran escala.

Carmen Deulofeu, gerente general de la Sociedad Concesionaria Metro de Lima Línea 2, a cargo de construir esa infraestructura, revela a Gestión que, una vez concluida, esa obra podrá soportar sismos de una magnitud de hasta los 9 grados.

Ello significa , explica, que la línea podrá reanudar su funcionamiento, aún después de ocurrido el sismo, pues a lo mucho -ante esa eventualidad-, se cortará el suministro eléctrico a dicho servicio.

Las dudas sobre si este proyecto -que recorrerá desde Ate hasta El Callao- tendría capacidad para soportar movimientos telúricos de gran magnitud, habían surgido de la propia empresa encargada de la supervisión de la obra.

Comité técnico
Rafael Piqué del Pozo, presidente del Comité Técnico de Normas Antisísmicas, señaló a éste diario que la empresa supervisora de la Línea 2, le había hecho consultas que llevaron a ese comité a entender que se pretendería reducir la categoría de la obra para efectos de su resistencia sísmica.

Piqué refirió que el consorcio pretendería no aplicar el Reglamento Nacional de Edificaciones (RNE) y reducir la categoría antisísmica de A y de calificación como obra esencial, (capaz de soportar sismos de 9 grados), a B, que califica como obra principal, (que soporta sismos entre 7 a 8 grados).

Consultada sobre el tema, la gerente general de la Sociedad Concesionaria Metro de Lima Línea 2 respondió que no aplican el RNE, porque la norma excluye obras subterráneas, por lo que la empresa emplea normativas internacionales.

Además, añadió que si bien en el contrato de concesión se establece (como característica antisísmica) un periodo de retorno (garantía) de 475 años, la concesionaria decidió extender ese periodo de retorno de 1,000 años, y además, de no admisión de daños.

“Eso quiere decir que en un periodo de 1,000 años, no se admitirá en la obra ningún tipo de daños. Si se hiciera una equivalencia, estamos ante un sismo de 9 grados”, apuntó.

Yendo al detalle, precisó que si bien se calculó que los muros “pantalla” que forman parte de la estructura, tenían originalmente 0.80 de grosor y así funcionaban perfectamente, para evitar discusiones, la empresa ha decidido poner muros de un metro de grosor, en el tramo 1-A. En todo caso, indicó que el grosor de ese tipo de muros, por ejemplo en la zona de El Callao, será mayor, por tener mayor presencia de agua, pero siempre siguiendo los máximos estándares internacionales.

En todo caso, indicó que éste es un tema que está en revisión del supervisor, y es otro motivo de atraso del proyecto.

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