La inversión en ciencia y tecnología es insuficiente en nuestro país, pues representa solo el 0.01% del PBI. Pero la creación de Concytec impulsará a partir del 2013 la demanda por servicios relacionados a este rubro, aseguró Maite Vizcarra, directora ejecutiva del Centro de Innovación de IPAE.
“La inversión pública para financiar proyectos es importante. Pero lo ideal es que todas las empresas destinen en su presupuesto una partida para innovación. En los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) solo el 35% de lo invertido en el sector proviene de fondos públicos”, señaló en Canal N.
La meta del Gobierno –recordó- es que en el 2016 se destine el 0.7% a innovación. “Existen acciones dirigidas en este sentido, como los tres fondos públicos manejados bajo la lógica del FINCyT, que podrían financiar hasta US$ 200 millones en investigación aplicada en los próximos años. A esto se suman otros fondos vinculados a investigación básica”, recalcó.
La especialista explicó que la investigación aplicada -demandada por el sector privado- debe ofrecer un retorno financiero, mientras que la investigación básica es desarrollada principalmente por las universidades para comprobar hipótesis y no se dirige al mercado.
“Debe impulsarse preferentemente la investigación aplicada porque las empresas pagarán por ella. No necesariamente la experimentación básica sobre una nanopartícula o microbateria se convertirá en un producto”, argumentó.
Profesionales
Posiblemente, subrayó Vizcarra, el presupuesto es fundamental para impulsar la ciencia y tecnología. Sin embargo, forma parte de una política gubernamental que debe velar por la capacidad de ejecución de los fondos.
“Se requieren investigadores. Además, existe asimetría de información: La gente no sabe dónde encontrarlos. Brasil, por ejemplo, cuenta con una plataforma virtual para identificar a los profesionales de acuerdo a su producción científica”, comentó.
Asimismo, aseguró que no se ha calculado el número de investigadores en el país, pero en la Universidad Católica se registraron entre 1200 y 1500, según datos recogidos por IPAE.