Medir el capital natural permitirá una adecuada distribución del presupuesto nacional, regional y local, señalaron a Gestión los representantes de Conservación Internacional (CI) Perú en el marco del proyecto de Evaluación y Contabilidad de los Valores de los Ecosistemas (EVA, por sus siglas en inglés).

El sector ecosistemas en San Martín, región donde se aplicó esta metodología, generó una producción valorizada en alrededor de S/ 191 millones el 2011, siendo el mayor contribuyente la leña, seguido de la madera, según el modelo piloto de la cuenta experimental de ecosistemas realizado en esa región.

Un criterio para la distribución del presupuesto nacional es el tamaño de población, pero no han indicado históricamente “cuánto de ese presupuesto va a la preservación de bosques, de biodiversidad, de capital natural en su conjunto”, dijo Ivo Encomenderos, gerente socioeconómico de Conservación Internacional Perú.

Por ello, la cuenta de ecosistemas puede introducirse en el sistema de cuentas nacionales y, por ende, en los indicadores macroeconómicos como el PBI. “Esta información puede ayudar a mejorar la gestión pública de nuestros tres niveles de gobierno”, señaló Encomenderos.

Los representantes de CI esperan que el MEF, el Minagri, el Serfor, el Minem y otros actores se unan a este proceso. Entre dos y cuatro años demoraría aplicar esta metodología.

¿Qué es la cuenta de ecosistemas?
La cuenta de ecosistemas tiene elementos como: extensión (superficie en hectáreas de ecosistemas), condición de ecosistemas (salud, de la que depende la capacidad productiva), elementos de oferta y utilización, donde se determina quién utiliza los bienes y de qué ecosistemas provienen.

Los recursos pueden ser leña, agua, madera, carne de monte, ecoturismo, sedimentación, y otros. “No sólo es información monetaria, sino biofísica, geográfica, económica, social, de la contribución de la naturaleza a la economía y a los usuarios de sus servicios”, señaló Ana Rodríguez, gerente en contabilidad de Ecosistemas de CI.

Las cuentas también servirán para las políticas de Ordenamiento Territorial, así como cuando el Estado quiera recuperar zonas degradadas, tendrá un criterio para poder presupuestar.

Caso San martín
La leña de San Martín constituye más del 70% del volumen total de madera usada en la región; mientras que los mayores beneficiarios del sector ecosistemas son los hogares de esa región que reciben un 98% de su valor.

“En San Martín se ha priorizado intervenir en cinco cuencas importantes. Si no recuperamos el capital natural – el bosque que hemos perdido – la cantidad de agua va disminuyendo en el tiempo, en función de la cantidad, calidad y oportunidad, como el río Cumbase en Tarapoto”, señaló Mario Ríos, gerente de la Autoridad Regional Ambiental de San Martín.

El estudio lo realizó Conservación Internacional (CI) en colaboración con el Gobierno Regional, el Ministerio del Ambiente (Minam), y el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).