Reuters.- La caída más abrupta de las acciones desde las elecciones presidenciales de Estados Unidos revela las dudas de los inversionistas sobre la capacidad del presidente Donald Trump para impulsar reformas importantes, lo que deja al mercado vulnerable a una corrección que se espera desde hace tiempo.
El S&P 500, que está en su segunda racha alcista más larga de la historia, ha subido 10% desde las elecciones del 8 de noviembre por las expectativas que creó la agenda procrecimiento de Trump.
Y, como las valoraciones están en un máximo de más de una década, los inversionistas han estado esperando una corrección pese a que no hay catalizadores claros.
Trump, que busca el primer gran triunfo político de su presidencia, advirtió el martes a los legisladores republicanos de que si un proyecto de ley de salud no se aprueba, causaría “problemas políticos”.
Las acciones cayeron junto al dólar, mientras que los precios de los bonos del Tesoro y el oro subieron.
“Es como si la agenda de Trump hubiese recibido una bofetada”, afirmó Peter Tuz, presidente de Chase Investment Counsel.
Los inversionistas ven en el proyecto de ley de salud, que se espera que se vote el jueves, una prueba de que el gobierno de Trump y los líderes republicanos podrán implementar reducciones de impuestos, desregulación y gastos de infraestructura que se espera impulsen el crecimiento económico.
La confusa visión para la ley de salud “repercute en lo que ocurrirá con el plan de infraestructura y el plan de reforma tributaria y el plan para reducir la regulación”, señaló Tuz.
Se suma al nerviosismo, que el director del FBI, James Comey, confirmó el lunes que la agencia está investigando posibles vínculos entre la campaña presidencial de Trump y Rusia, cuando Moscú buscaba influir en las elecciones del 2016. La investigación, dijo, podría durar meses.
El testimonio de Comey “apunta al hecho de que podría haber muchas luchas internas que podrían retrasar la aprobación de algunas de las ideas proempresa”, afirmó Rick Meckler, presidente de LibertyView Capital Management.
Meckler reconoció que no esperaba ver una corrección a menos que el S&P 500, que actualmente está 2% por debajo del récord del 1 de marzo, retroceda otro 1.5% a 2% en los próximos días.
“Eso haría que los inversionistas tal vez tomen una pausa en lo que ha sido una mentalidad de comprar en las caídas desde la elección”, manifestó Meckler.
El múltiplo de precio sobre ganancias futuras del S&P ha subido a más de 18 veces desde 16.6 en el día de las elecciones, lo que ha hecho que las acciones sean las más caras desde el 2004.
Al mismo tiempo, el rendimiento de los dividendos del índice está sobre el 2%, por lo que ha perdido algo de su atractivo frente a los bonos a diez años del Tesoro.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro a diez años cayeron a un mínimo de tres semanas bajo el 2.43% el martes, en parte porque los operadores han recortado sus expectativas sobre el desempeño de la economía estadounidense ante la ausencia de un estímulo fiscal para este año.
“Los republicanos deberían haber priorizado la reforma tributaria antes que la reforma del sistema de salud”, declaró Brian Jacobsen, jefe de estrategia de cartera de Wells Fargo Funds Management.
“Se están comportando más como una pandilla que como un partido que puede conseguir cosas”, agregó.