La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Carmen Omonte, informó hoy que 243,000 trabajadores y trabajadoras estarían dejando de producir al año en la economía del Perú debido a la violencia en los hogares.
Recordó que según un estudio de la Universidad San Martín de Porres (USMP), determinó que las empresas en el Perú pierden US$ 6,744 millones al año por los efectos de la violencia en los hogares.
“En el caso de nuestro país, hay un estudio realizado por la Universidad San Martín de Porres que calcula las pérdidas de las empresas peruanas en alrededor de US$ 6,744 millones, lo que equivale a un 3.7% del Producto Bruto Interno (PBI)”, dijo.
Indicó que la violencia contra la mujer acarrea no solo problemas de salud, bienestar y de calidad de vida sino también consecuencias económicas para la sociedad en general, lo que incluye a las empresas.
Agregó que el 93% de las gerencias de las empresas afirman que la productividad de sus empresas ha sido afectada por la violencia contra la mujer, principalmente por ausentismo laboral (71%) y por rendimiento disminuido (77%) de las trabajadoras.
En el Perú, el 20.3% de las mujeres trabajadoras asalariadas han sufrido de violencia por parte de sus parejas en los últimos 12 años. Mientras que el 72% de las mujeres violentadas declararon haber bajado su rendimiento productivo.
“El 75% han dejado de trabajar varios días y 64% ha llegado tarde por causa de la violencia en los hogares”, dijo Omonte en conferencia de prensa.
“Contrariamente a estos datos solo el 1.7% de los casos de violencia han sido detectados dentro de las oficinas de Recursos Humanos de las empresas”, refirió.
Sin embargo, la ministra recordó que la violencia en el hogar no es un problema que solo afecte al Perú, ya que hay estudios que demuestran que la violencia de género cuesta más de 109,000 millones de euros al año en la Unión Europea.
Omonte subrayó que son pocas las empresas en el Perú que incluyen políticas de prevención de violencia y menos aún las empresas que promueven la no violencia contra la mujer en la comunidad.
“Está el reto de implementar la cultura de la no violencia como práctica positiva a través de oficinas de recursos humanos de las empresas. Estamos frente a una realidad y los invitamos a todos a reflexionar y a considerar la necesidad de reducir las pérdidas de productividad que no solo afectan a las empresas sino también al crecimiento económico y social sostenible de nuestro país”, refirió.
Ante este escenario, la titular del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) presentó el “Sello Empresa Segura, Libre de Violencia y Discriminación hacia la Mujer”, la cual recibió el respaldo de diversos gremios empresariales.
Entre los gremios que respaldan la iniciativa están la Asociación de Exportadores (Adex), la Cámara de Comercio de Lima (CCL), la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH), la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) y la Confederación de los Comerciantes del Perú (Conaco).