Uno de los retos que deberá asumir el próximo gobierno será viabilizar y hacer realidad la cartera de proyectos mineros estimada en más de US$ 60,000 millones, lo que debería lograrse en el bicentenario del Perú el 2021, señaló el presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Carlos Gálvez.
Reiteró que el principal obstáculo que hoy enfrenta una empresa minera para emprender una inversión o proyecto en el país es la “permisología” y la “tramitología”.
Gálvez desestimó que hacer más ágil la tarea del Estado, signifique desvirtuar los procesos o flexibilizar los requisitos o normas.
“La aprobación de licencias, certificaciones, autorizaciones y permisos demandan largos procesos y demoras que no permiten poner en valor el potencial que tiene el Perú para seguir reduciendo la pobreza, pues no podemos darnos el lujo de perder las oportunidades de inversión”, explicó.
Agregó que la desaceleración que viene afectando la economía peruana ha puesto en relieve la necesidad de implementar nuevas medidas que nos permitan retomar la senda del crecimiento con tasas superiores al 6%.
Subrayó que el Perú de hoy no requiere de recetas populistas, sino más bien de reformas estructurales que garanticen su desarrollo económico y social, así como estabilidad jurídica y plena vigencia del Estado de derecho.
En la medida que la inversión privada aliente el crecimiento económico, se logrará mejoras en el desarrollo del país y por ende la inclusión social, dijo.
Además manifestó que se requieren señales firmes entorno a la promoción de la inversión privada y generar confianza entre los agentes económicos con el fin de reactivar las inversiones en todo el aparato productivo nacional.
Asimismo, reafirmó que es importante acabar con la ausencia del Estado en muchas zonas del país, y que de manera oportuna y eficiente atienda los requerimientos de la población con mejores servicios de salud, educación, saneamiento, infraestructura productiva y carreteras.
“En la actualidad, la población tiene una desconfianza general sobre el desempeño del Estado. Y esta desconfianza también se traduce en el debilitamiento y pérdida de credibilidad de las instituciones democráticas, lo cual resulta muy peligroso para la institucionalidad y gobernabilidad del país”, refirió.
Indicó que, para revertir esta fragilidad institucional, el próximo gobierno debe emprender una serie de reformas, las cuales deben empezar por la construcción de un Estado moderno y eficiente, sustentado en un servicio civil con línea de carrera basada en la meritocracia.
Paralelamente a ello, propuso emprender una reforma de todo el sistema político y una guerra frontal contra la corrupción y la inseguridad ciudadana, las cuales hoy prácticamente han jaqueado a la sociedad peruana.
El empresario minero recalcó que es urgente contar con un Estado que acompañe el proceso de inversiones para prevenir los conflictos y que redistribuya con justicia y oportunamente la riqueza generada por las actividades económicas.
“Es vital que en todo proceso de diálogo estén presentes los tres actores: Estado, comunidades y empresa; y que los acuerdos que se logren sean permanentes en el tiempo y respetado por todas las partes”, acentuó.
De otro lado, señaló que la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía ratifica su compromiso de trabajar y aportar al progreso del país.
“El gremio minero-energético y sus compañías asociadas han acompañado al Perú en los hitos de su desarrollo económico y social, lo que ha quedado graficado en varios capítulos de la historia nacional”, afirmó Gálvez.