Puso los puntos sobre las íes y fue mucho más clara que otros funcionarios del Gobierno. En Gamarra –donde acudió para inaugurar un programa social–, la primera dama, Nadine Heredia, aseguró que si la compra de los activos de Repsol no es atractiva a nivel financiero, el Gobierno no insistirá en ella.

“Lo que ha señalado el presidente (Ollanta Humala) y el ministro de Energía y Minas (Jorge Merino) es que hay una intención del Gobierno, pero que si los números no demuestran que (la compra de los activos de Repsol) es beneficiosa para el país, simplemente no va”, respondió ante la insistencia de la prensa.

La discusión sobre la posible adquisición de Solgas, los grifos de Repsol y la refinería La Pampilla –que se venderían en conjunto–, ha generado malestar en el empresariado, que cree que representa un giro en la política económica y el inicio de una etapa de control de precios de los combustibles.

Sobre la posible reelección conyugal, Heredia dijo: “El único interés que tengo al trabajar al lado de mi esposo es apoyarlo y promover este tipo de políticas de inclusión social que viene dando él y el Gobierno. Eso es lo importante”.