Nueva de cada diez explotaciones agrícolas en el mundo están gestionadas por familias

Según informe de la FAO, la agricultura familiar es un componente clave de los sistemas alimentarios saludables que necesitamos para llevar una vida “más sana”.

En el mundo, nueve de cada diez explotaciones agrícolas en el mundo, las cuales suman 570 millones en total, están gestionadas por familias, por lo que la agricultura familiar puede ser un agente para el cambio que puede ser decisivo para alcanzar la seguridad alimentaria sostenible y erradicar el hambre en el futuro, según un nuevo informe de la FAO publicado hoy.

El informe se publicó en el marco del Día Mundial de la Alimentación, celebrado bajo el lema “Agricultores familiares: alimentar al mundo, cuidar el planeta”, centra la atención mundial en el importante papel de la agricultura familiar en la erradicación del hambre y la pobreza, la consecución de la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, entre otros puntos.

Según en el nuevo informe denominado “El estado de la agricultura y la alimentación 2014” (SOFA, por sus siglas en inglés), las explotaciones agrícolas familiares producen alrededor del 80% de los alimentos del planeta.

“Este predominio y producción significa que son vitales para la solución del problema del hambre que aflige a más de 800 millones de personas”, indicó que el director general de la FAO, José Graziano da Silva.

Las explotaciones familiares son también los custodios de un 75% de todos los recursos agrícolas mundiales, y son, por tanto, claves para mejorar la sostenibilidad ecológica y de los recursos. También figuran entre las más vulnerables a las consecuencias del agotamiento de los recursos y el cambio climático.

La agricultura familiar se encuentra así ante un triple desafío: el aumento del rendimiento para satisfacer la necesidad mundial de seguridad alimentaria y una mejor nutrición; la sostenibilidad ambiental para proteger el planeta y garantizar su propia capacidad productiva; y el crecimiento de la productividad y la diversificación de los medios de vida para salir de la pobreza y el hambre.

Según el informe SOFA, todos estos desafíos implican que los agricultores familiares deben innovar.

El informe hace un llamamiento para que el sector público, trabajando con los agricultores, las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado, mejore los sistemas de innovación para la agricultura.

Los sistemas de innovación agrícola incluyen todas las instituciones y actores que apoyan a los agricultores en el desarrollo y adopción de mejores formas de trabajo en un mundo cada vez más complejo.

La capacidad de innovación debe promoverse en varios niveles, con incentivos para campesinos, investigadores y proveedores de servicios de asesoramiento y cadenas de valor integradas para interactuar y crear redes y asociaciones para compartir información, según el SOFA.

“En todos los casos, los agricultores familiares tienen que ser protagonistas de la innovación, ya que sólo así podrán tomar posesión del proceso y asegurarse que las soluciones que se ofrecen responden a sus necesidades”, aseguró Graziano da Silva.

Agregó que la agricultura familiar es un componente clave de los sistemas alimentarios saludables que necesitamos para llevar una vida “más sana”.

La FAO mencionó que la inversión pública en investigación agrícola, así como los servicios de extensión y asesoramiento deben incrementarse para hacer hincapié en la intensificación sostenible y cerrar las brechas de rendimiento y productividad de la mano de obra que caracterizan a los sectores agrícolas de muchos países en desarrollo.

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