La comunidad nativa de Nueva Jerusalén, en Moyobamba (San Martín), tiene su RUC. Es el 20531528728. En el 2005 se inscribieron ante la Sunat. El domicilio legal es la propia comunidad nativa: al margen izquierdo del río Mayo, precisan. La agricultura y la acuicultura son el giro de la “empresa”.
Los viejos nativos achuar, que viven en la zona, aún llevan el cabello largo y usan plumas para decorar su cabeza. Los jóvenes, en cambio, prefieren la vestimenta occidental. Muchos de ellos, incluso, se han distanciado de su lengua original que es el achuar.
En 1982, un grupo de investigadores japoneses descubrió que el 30% de su dialecto coincide con una lengua extinta en la isla de Okinawa.
Esta comunidad, que aún conserva costumbres ancestrales, ha decidido sentarse a negociar con Pluspetrol . Las conversaciones por la continuidad de la explotación del lote 1AB han ingresado en una suerte de limbo. Un punto muerto entre ambas partes.
Los apus exigen una indemnización millonaria a la empresa por los daños causados en la zona. Pluspetrol habla de sabotajes . El monto es la línea que los divide.
Acá estamos
Para llegar a Nueva Jerusalén, algunos atrevidos se lanzan por la Panamericana Sur para luego tomar la carretera Belaunde Terry. De esta manera, llegarán a Moyobamba en 22 horas de viaje.
Otros preferirán hacerlo en solo tres horas: un vuelo de una hora a Tarapoto y dos horas por la vía asfaltada. El calor es intenso.
Por estos días de negociaciones, hay un silencio que se extiende. Se trata de un silencio largo y tenso, que va de la mano con el paro de más de 50 días que mantienen los nativos.
La vida, sin embargo, la han tratado de no alterar. Los hombres se dedican a la caza y la pesca; las mujeres, a la agricultura. Hay una división del trabajo a partir del sexo. El uso de la cerbatana es como un puente que los une con los jíbaros, como lo es también el idioma.
Por estos días, los achuares y todos los miembros del caserío de Nueva Jerusalén festejan la inauguración del sistema de agua potable, que llegará a sus casas o cerca a ellas. Y es que muchos achuares prefieren distanciarse de la comunidad. Antes las casas eran ovaladas; ahora eso ha cambiado. Lo que no se ha alterado es la poligamia ni la negación a atenderse en el médico. Prefieren recurrir a sus propias medicinas.
En la web del Ministerio de Cultura se remiten al censo de comunidades nativas (2007) para afirmar que los achuar son 10,919 personas, ubicadas, principalmente, en la región Loreto. Según los datos del mismo censo, se estima que el índice de analfabetismo es del 17% (INEI 2007).
Los achuar no solo viven en San Martín, pues su territorio se entiende por varias zonas de la selva cerca de la frontera con el Ecuador, donde también están presentes.
Precisamente, tras la guerra con Ecuador, en la década de 1940, y con la entrega de licencias para la exploración de petróleo. Antes de esta situación vivían en estado de aislamiento. Hoy, que ya tienen hasta RUC propio, comercializan algunos de sus productos.