El informe técnico sobre la evolución de la pobreza monetaria entre los años 2009 al 2015, publicado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) muestra que la región que persiste con altos índices de pobreza y pobreza extrema en estos seis años, es Cajamarca.
La gráfica presentada por Aníbal Sánchez, jefe del ente estadístico, es clara: en el 2010 más del 50% de su población era pobre. Esta situación no varía y continúa al siguiente año. Persiste el 2012, 2013, 2014 y también el 2015.
En ese intervalo de tiempo otros departamentos en cambio fueron mejorando de a pocos, ese alto nivel de población con pobreza monetaria. Por ejemplo, en el 2010 similar posición que Cajamarca lo tenía Amazonas. Al año siguiente, Amazonas presentó un intervalo de pobreza menor (de 30% a 49%) mientras que Cajamarca persistía con más de 50%. Esta situación no varió.
En el caso de pobreza extrema la situación es similar. En el 2013, Cajamarca presentaba una pobreza extrema en el intervalo de 18.14% a 26.97%, al año siguiente seguía liderando el ranking con un intervalo de 15.16% a 23.22% y el 2015, el panorama fue parecido: 16.63% a 23.89%. ¿Qué razones explican estos resultados?
Para el presidente de la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza, Federico Arnillas, existen dos factores que explican estos resultados, y que se deben tomar en cuenta. El primero que es la región con la más alta tasa de población rural: 66% al 2014 en su mayoría, pequeños productores agrarios.
“Muchas de las actividades rurales no han tenido un desenvolvimiento económico muy favorable. En el caso del norte de Cajamarca se muestra el impacto acumulado de problemas vinculados a la producción de Café afectados por la Roya, que han impactado en la oferta de este producto, sumados de la caída de precios”, refirió a Gestión.pe.
A este panorama, se suma que es el departamento (y lo arrastra de años anteriores) con menor asignación de gasto público per cápita. “Ha estado de la mitad de la tabla para abajo en términos de lo que son volúmenes de recursos puestos por los tres niveles de gobierno calculados en función de la población”, apuntó Arnillas.
Ante lo cual, la combinación de bajo gasto público per cápita y alta población rural se traduce, en opinión de Arnillas, en importantes deficiencias en los servicios públicos como en salud y educación, lo que dificulta también promover mejoras en la productividad.
Una opinión similar sobre los problemas que arrastra Cajamarca es la del economista, Pablo Secada, quien sostiene que la región está penúltima en el Índice de Competitividad Regional elaborado por el IPE el año pasado. “Le va mal en el entorno económico, salud, educación e infraestructura”, mencionó.
Esta situación está generando, precisó, que los jóvenes migren a otras regiones para estudiar. “(El gobierno regional bajo la administración de Gregorio Santos) invertían poco en cosecha de agua, pese a la alta necesidad de la población. Había dinero pero Santos, tenía su agenda política propia”, señaló.
¿Los conflictos sociales tuvieron una participación en la pobreza que arrastra Cajamarca?
Para Arnillas es difícil de determinar el peso específico que ha tenido en la economía local. “De hecho en periodos donde no se han desarrollado conflictos sociales, Cajamarca mostraba la menor asignación de gasto público per cápita. Y eso lo podemos ver en otras regiones: en el caso de Arequipa, por ejemplo, el conflicto de Tía María no explica la situación de la región que es una de las regiones con menores porcentaje de pobreza y pobreza extrema”, remarcó.
Una posición distinta sobre este último factor (conflictos sociales) fue del jefe del Inei, Aníbal Sánchez, quien durante la presentación del informe técnico, precisó que la situación de la región se debe en parte “a los conflictos mineros y a los proyectos extractivos detenidos que han desembocado en un menos canon para las comunidades a lo que suma, la menor inversión pública”.
¿Qué deber hacer Cajamarca para salir de la pobreza? La solución para Pablo Secada implica invertir en los niños y en las personas, así como fortalecer al Estado (presente en esta zona) con servicio civil, gestión por resultados y rendición de cuentas, además de promover la inversión.
“A lo que suma infraestructura rural con APP (Asociaciones Público Privadas) bien diseñadas. Esto incluye cosecha de agua, microirrigación y en buenas semillas de cultivos permanentes”, subrayó.
En cambio, para el representante de la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza existe la posibilidad que abandone la pobreza, pero se requiere de políticas integrales que impliquen a los tres niveles de gobierno.
“Tomando las cifras de del Inei, la brecha de pobreza, que es el diferencial entre el promedio de gasto de los pobres respecto a la línea de pobreza, está alrededor de S/ 20 por persona en situación de pobreza. Si hablamos de 7 millones de personas, entonces cerrar la brecha nacional (de pobreza monetaria) costaría aproximadamente entre S/ 1,600 a S/1,700 millones”, explicó.
En ese sentido, consideró que la brecha nacional, si fuera cuestión de colocar dinero en el bolsillo de la gente, “es algo que está al alcance del país hoy, pero el problema principal del Perú es abordar más estructuralmente las desigualdades que cada vez más se evidencian, con el desarrollo de estrategias de largo plazo”.