En los dos últimos años, la política económica de Argentina aplicó algunas medidas como el pago de deudas y el término de disputas internacionales, indicios claros de que el Gobierno de Cristina Fernández quiere hacer las paces con el mercado de capitales.
Según un análisis de la BBC Mundo, los indicios son el acuerdo de pagar US$677 millones a cinco empresas que le habían ganado juicios; la salida del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, artífice de las medidas económicas más polémicas; la oferta de pago al Club de París; el nuevo índice de precios, que por primera vez admitió la inflación ante el FMI, y el acuerdo final de indemnización con la petrolera española Repsol por su expropiación.
Estas medidas, de acuerdo con el artículo de Veronica Sminkla, manifiestan la intención de reducir la restricción externa y volver a contraer deuda.
El medio británico consultó a expertos en Argentina. Dante Sica, director de la consultora económica Abeceb.com, sostuvo que la respuesta es obvia: “el gobierno necesita dólares”.
“El cambio de actitud se debe a que, a partir de 2011, Argentina pasó de tener superávit a tener déficit, y las medidas que tomó para frenar la caída de divisas no funcionaron”, afirmó.
En tanto, ya se comenzó a especular sobre una posible contracción de deuda. Además del déficit fiscal, el superávit comercial que aún mantiene recaudó fue de US$35 millones en enero de este año, una disminución de 88% con respecto al mismo periodo de 2013.
Por eso, economistas como Sica, creen que el gobierno está forzado a salir a buscar dinero para compensar su excesivo gasto público.
Por otro lado, Fernanda Vallejos, economista de la agrupación pro kirchnerista La Gran Makro, admitió a la BBC que el Gobierno busca mejorar las condiciones para una eventual emisión de deuda, pero rechazó que esto signifique un giro en la política, sino que, simplemente, las tasas de intereses han bajado.