El jueves 9 de marzo el gobierno dio a conocer un Plan de Estímulo Económico, el cual busca impulsar el crecimiento del PBI por encima del 4% y generar 150 mil empleos durante el 2017.
El Plan representa un cambio de enfoque importante en la política fiscal. Contiene políticas y objetivos de corto plazo, el 2017, a diferencia de políticas previas más enfocadas en el crecimiento a mediano plazo, la disciplina fiscal, la simplificación de la normativa para la inversión y mejoras en la competitividad.
El Plan comprende seis ejes. Sin embargo, solo el primero representa una política de estímulo fiscal de corto plazo. Los demás ejes tendrán un impacto más de mediano plazo.
La intención del gobierno es incrementar la inversión pública en S/ 5,500 millones y elevar el crecimiento de la inversión pública a 15% en el 2017. Esto constituye un aumento significativo frente al 5% previo.
Son recursos que, además, se adicionan a los S/ 3,800 millones transferidos en enero para la continuidad de obras del 2016 y a los S/ 5,000 millones que se transferirán a los gobiernos regionales y locales hasta el 31 de marzo.
Las medidas pueden tener un impacto material en el crecimiento. Ayudará a reducir la capacidad ociosa en los sectores productivos que, más que cuestiones de confianza, creemos es la verdadera razón para el bajo crecimiento de la inversión privada.
Sin embargo, también es cierto que el entorno político y legal generado alrededor de los proyectos de infraestructura no es el más propicio para que se dé un impacto pleno de las medidas. Será interesante ver hasta qué punto las medidas cambian la tendencia de las expectativas empresariales.
Elevar la inversión pública a 15% en los tres trimestres que quedan del 2017 será un reto y dependerá de la capacidad institucional del gobierno de acelerar la inversión pública nacional, incluyendo proyectos que puedan naturalmente requerir cierto tiempo de maduración y estudios previos.
Además, parte de los recursos serán destinados a los gobiernos regionales y locales que tienen su propia dinámica de gasto y que no tienen necesariamente la misma capacidad y sentido de urgencia que el gobierno nacional. Por tanto, es probable que parte del impacto se dé en el 2018.
En cuanto a los demás ejes, la propuesta de incentivar el empleo juvenil es novedosa, pues se exoneraría del costo de Essalud a la empresa, el cual sería asumido por el Estado. Esta propuesta tiene un costo fiscal estimado de S/ 60 millones anuales y será remitida en breve al Congreso.
También se propone formar un Fondo Mype Formal, el cual tendrá S/ 1,100 millones administrados por la Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide), para financiar la compra y renovación de activos fijos para las micro y pequeñas empresas inscritas en el régimen Mype Tributario.
Además, el gobierno priorizará financiar viviendas sociales (de un valor menor a S/ 80,000) a través del programa Techo Propio. La meta del gobierno es promover la construcción de 150 mil viviendas bajo este programa en los próximos cinco años, de las cuales 15,000 se edificarían durante el 2017.
Finalmente, se buscará acelerar la inversión del sector privado mediante el mecanismo de obras por impuestos, teniendo en consideración que existe una cartera de 62 proyectos (colegios, postas, comisarías, etc.) que demandarían inversiones por entre S/ 1,000 millones-S/ 1,500 millones durante el 2017.
El mayor gasto público elevaría el déficit fiscal, aunque a niveles aún manejables. Hará difícil alcanzar la meta de 2.5% del Producto Bruto Interno (PBI), pero debería mantenerse por debajo de 3%, especialmente considerando que los precios de los metales están superando nuestras proyecciones en lo que va del año.