El equipo de Estudios Económicos de Scotiabank Perú se declaró respecto a la performance de la economía peruana en el 2017 “algo más conservadores que el mercado” debido a que ve una mayor desaceleración de la minería.
“Preferimos ser cautos en cuanto a las posibilidades del gobierno de reiniciar los motores fiscales rápidamente, y porque aún no hay evidencia de que la mejora en las expectativas empresariales se esté traduciendo en un incremento en el gasto en inversión”, anota en su Reporte Especial correspondiente a este mes de setiembre.
Bajo ese análisis, eleva moderadamente su estimado de crecimiento de la economía nacional para el próximo año de 3.6% a 4.0%, lo que contrasta con el 4.5% del BCR y el 4.8% del gobierno.
El Scotiabank sustenta su cautela en el hecho de que el crecimiento del crédito corporativo sigue bastante deprimido a agosto del 2016. Además, anota que no será fácil lograr que el consumo privado rebote a 3.7%, luego de estar en el rango de 3.4% a 3.5% en los últimos dos años, y que la pesca crezca más de 50%.
“Nosotros estimamos un crecimiento de 18%, reconociendo, como hace el gobierno, que es sobre una base baja de un mal año en el 2016. Un crecimiento de 50% significaría el mejor año desde el 2011, algo que no es imposible, pero sí innecesariamente optimista”, comenta respecto a la pesca.
En cuanto al crecimiento de la economía en el 2017, anota que dependerá menos de la minería y algo más de la inversión, cambio que considera “importante para tener la esperanza de reenganchar la economía a un nuevo ciclo de inversión y empleo”.
“Nuestra proyección para el crecimiento de la inversión privada en el 2017 es 3.5%. Si bien será el primer año de crecimiento desde 2013, es débil comparado con los años previos al 2013. El sesgo de error de nuestras proyecciones es al alza si la mejora significativa en la confianza empresarial en los últimos meses se llega a transformar más o menos rápidamente en una inversión considerablemente mayor”, añade.
Con todo, precisa que “una inversión privada reptando al alza, un consumo privado que se mantiene robusto y estable en 3.5% de crecimiento, y un incremento moderado en el gasto público significará que el motor principal del crecimiento se desplazará de la minería en el 2016, a la demanda interna en el 2017; del PBI primario al PBI no primario”.