(Reuters).- La economía europea lucha por dejar atrás dos años de recesión y la mejor forma de hacerlo es firmando un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Sin embargo, el pacto no se concretaría por el creciente rechazo de la población, advirtieron autoridades de ambas partes.
El incremento de partidos anti-Unión Europea, los informes sobre espionaje estadounidense en Europa y las acusaciones de que el pacto serviría a los intereses de las grandes empresas han erosionado el apoyo público..
“Estamos luchando con personas antieuropeas y antiestadounidenses que están en contra del libre comercio, que están en contra de la globalización y que están en contra de las empresas multinacionales”, afirmó enérgicamente el ministro para Europa y el comercio de Finlandia, Alexander Stubb, a sus colegas de la UE y a líderes comerciales en una reunión en Atenas.
Las autoridades sostienen que los principales responsables de este rechazo son los grupos populistas que se oponen a la globalización a las multinacionales.
“Enfrentamos una dura batalla al argumentar que este acuerdo de libre comercio entre la UE y Estados Unidos es algo bueno”, dijo Stubb en comentarios que fueron transmitidos a periodistas.
Los gobiernos europeos señalan que el tratado comercial crearía un mercado de 800 millones de personas donde se podrá hacer negocios libremente y podría generar US$ 100,000 millones en actividad económica adicional por año a ambos lados del Atlántico.
El jefe de comercio de la UE, Karel De Gucht, reconoció que, fuera de ámbitos comerciales, había poca familiaridad pública sobre el Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión (TTIP).
El apoyo popular es clave porque el Parlamento Europeo y el Congreso de Estados Unidos deben ratificar el acuerdo una vez que se concrete.