Cuatro detenidos y dos panaderías expropiadas. Ese es, hasta el momento, el saldo que deja la llamada “guerra del pan”, el último de los conflictos por desabastecimiento que afecta a Venezuela.

En este caso, es el gobierno liderado por Nicolás Maduro el que está acusando a las panaderías de acaparar el pan o simplemente de dejar de producirlo, para inducir la escasez del alimento básico. De hecho, la agencia de noticias AFP realizó un recorrido por Caracas en el que pudo comprobar que efectivamente el pan es muy difícil de encontrar en las panaderías que ahora están rodeados por milicianos populares e inspectores del gobierno para garantizar la a venta.

El gobierno que monopoliza con un férreo control de cambios las divisas para importar los alimentos, busca que el 90% de la harina que vende a precio subsidio a la as panaderías se use en pan, en lugar de tortas , dulces u otro tipo de productos, que se venden a precios altos por no estar regulados.

Pero la Federación Venezolana de Industriales de Panificación y Afines (Fevipan) afirma que las ocho mil panaderías del país necesitan 120 mil toneladas de trigo por mes para cubrir la demanda y que el Gobierno solo está distribuyendo 30 mil toneladas.

“Cuando hay harina, vendemos pan, pero despachan cada 15 o 20 días. Nos dan 20 sacos (50 kilos) y en condiciones normales, usaríamos ocho diariamente” , declaro a AFP Fran Suero, trabajador de una panadería del este de Caracas.
Los productores denuncian además que los precios a lo que la ley les exige vender los panes son inferiores a los costos de producción.

El Mercurio