Diario Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)
Conseguir el trabajo ideal es una eterna aspiración que muy pocos hacen realidad… Más aún cuando el empleo es un bien escaso.
Si a esto se añaden los vaivenes de un mercado de trabajo cambiante y las dificultades crecientes en la búsqueda de un puesto, o los déficit en capacidades profesionales adaptadas al nuevo escenario laboral, no es de extrañar que muchos profesionales satisfagan sus aspiraciones sólo consiguiendo un trabajo… El que sea.
Algunos de los que se quedan en su empresa o con su jefe lo hacen porque no tienen más remedio. Se da así una cierta resignación laboral que hace más complicado asumir el riesgo de no encontrar trabajo o de no encajar en una nueva organización.
Pero algo está cambiando, y cada vez más profesionales que rastrean un puesto (incluso desde su propio empleo) buscan ya el trabajo de su vida en alguna ocupación o carrera que nada tiene que ver con lo que han hecho hasta ahora.
Un estudio del Indeed Hiring Lab realizado entre 430,000 profesionales revela que “a medida que la situación económica mejora, cada vez más gente en busca de empleo se mueve hacia el trabajo de sus sueños, y lo hace explorando carreras totalmente diferentes”.
Reinventarse
La solución que cada vez más expertos sugieren a quienes buscan con dificultad y sin demasiado éxito un empleo o desean cambiar su trayectoria profesional es “reinventarse”, y emprender un cambio radical.
Cuando el entorno hace imposible la actividad en lo que trabajabas, la alternativa es cambiar totalmente. Frente al dicho de que “para atrás ni para tomar impulso”, hay quien piensa que retroceder veinte pasos para recomenzar en un trabajo menor no es un fracaso, ni es indigno. Es pasar a la acción y volver a invertir en el futuro.
Paco Muro, presidente de Otto Walter en España, recuerda que “el paso atrás puede darte la oportunidad de tomar un camino distinto que al final resulta determinante para tu destino”. En este sentido, conviene olvidar los prejuicios que limiten tu capacidad de recolocarte.
Cambia con realismo
Hoy la estabilidad en el empleo no se refiere a mantener el mismo trabajo en la misma empresa. Ni siquiera en el mismo sector y, lo que es aún más sorprendente, tampoco en la misma carrera. Tenemos varias identidades profesionales y no debemos aferrarnos a una única. Hoy se debe reconocer la necesidad de ser muy flexible.
En todo caso, debes tener en cuenta que en un proceso de cambio suele hacerse una interpretación demasiado positiva de la nueva oportunidad o puesto. No cometas el error de minimizar los obstáculos.
Si decides cambiar, la información de la que dispones es asimétrica y no conoces todo sobre la nueva empresa, el sector o tus futuros jefes. La comparación debe hacerse con más simetría, porque de lo contrario llega la frustración.
Nunca debes idealizar las expectativas porque cualquier empleo tiene una cara amable y una cruz mucho más tediosa, y en esa situación corres el peligro de diseñar tu empleo ideal haciéndote una composición de lugar muy diferente a la realidad.
‘Millenials’, los más proclives a un cambio radical
En términos generales, los Millenials acceden a un mercado laboral en el que la mentalidad es “mi trabajo es temporal”, porque el empleo para siempre se acabó. Son profesionales formados en la inseguridad de que su carrera no va a proporcionarles un empleo seguro, y en la necesidad de adquirir nuevas capacidades y habilidades que respondan a las exigencias del mercado de trabajo. La conclusión es que su carrera está en sus manos, y no en la de sus empleadores.
No dejes de revalorizarte
Cuando decidas cambiar tu vida laboral, debes saber hacerlo. No basta sólo con decirlo; hay que demostrarlo. Aunque no eres insustituible, sí eres singular. Haz ver que todo lo que aportas es diferente y piensa en ti mismo como un producto para sacar más partido en tu trabajo. Una lista de fortalezas y debilidades asegura que pones en juego tus valores.