Una historia inspiradora y la motivación de una familia entera llevaron a Lucky, empresa informacional activa de marketing, a convertirse en la oportunidad perfecta para muchas personas de continuar con una carrera profesional.
Augusto me comenta que la historia de su madre fue uno de los motivos para crear una escuela corporativa como la que tienen hoy en día, pues nace de dos grandes necesidades: la primera, dejar de lado el pensamiento de que un trabajo como éste es pasajero, y que no puede perdurar en el tiempo.
En segundo lugar, la necesidad de brindar una certificación a cada trabajador que acredite que ha tenido una formación académica.
“Decidimos crear una escuela que esté certificada a nombre de la nación y que esté bajo una currícula adecuada a este rubro. Esto permitiría que nuestro personal tenga una verdadera carrera profesional”, comenta.
Aquí entrenamos
Con la intención de crear un sentido de pertenencia colectivo y de darle las herramientas necesarias para que sus empleados progresen y den estabilidad a sus familias se creó EAPRO, un programa de capacitación y entrenamiento holístico, alineado a impartir las mejores prácticas.
“La escuela funciona como un ente capacitador, pues sirve como filtro para saber si la persona cumple o no con el estándar de servicio. No somos una universidad corporativa; éste es un centro de capacitación donde nos enfocamos en la persona como un todo, no solo en el lado profesional, sino que nos preocupamos de su desarrollo personal.
Pasos esenciales
Según Saavedra, para que un programa como este funcione se deben seguir pasos claves que le den sostenibilidad en el tiempo.
1. Se debe reconocer al trabajador como el eje central de superación.
2. Se debe entender que no es sólo un trabajador, sino que es un ser humano y por lo tanto lleva consigo una historia personal y una intención de progresar.
3. Se debe identificar cuál es el progreso que las personas necesitan. Esto te sirve para saber qué camino tomar, para realizar algo con los objetivos claros.
4. Se debe estructurar un programa que sea sólido, compartiendo las necesidades tanto del empleado como del empleador.
5. A través de esa estructura de liderazgo, se debe comunicar lo que se está haciendo en la organización. La idea no es invitar sino generar una participación voluntaria, ya que todos formamos parte del ADN organizacional.