Según Estela Hernández, docente de la Diplomatura de Coaching Profesional de la PUCP, hoy en día importa más quien escucha que la persona que habla.
“Podemos decir cualquier cosa y de acuerdo al estado emocional de la otra persona, de sus creencias y otros muchos factores, esta persona puede escuchar algo que no es necesariamente lo que quisimos transmitir”, comenta.
Por esto es muy importante que los miembros de un equipo practiquen la escucha activa, que consta en – además de escuchar – preguntar sobre el sentido de lo que otras personas nos quieren decir para que así puedan absolver cualquier duda.
Comunicación con los superiores
La escucha activa además ayuda a demostrar el interés que se tiene hacia los pedidos que mandan nuestros superiores, ya que al practicarla preguntamos el cómo, cuándo y dónde se entregarán estas tareas.
Con respecto a cómo debemos hacer que nuestros jefes aprendan a escucharnos, la profesional en coaching ontológico nos advierte que no podemos cambiar a otras personas, pero si se pueden crear maneras positivas de relacionarnos con los superiores.
“Se debe ver el momento emocionalmente oportuno para tocar los temas delicados. También se puede crear ese instante conversando sobre posibles reuniones, y cuándo se de la oportunidad no se debe hablar para conseguir beneficios propios, sino sobre las mejoras que se pueden realizar para lograr los objetivos comunes”.