Karen Rojas Andia / krojas@diariogestion.com.pe
Paulo Rivas Peña / privas@diariogestion.com.pe
Cuando las redes de contacto se asientan sobre una base de relaciones auténticas, humanas y cálidas, se obtiene -en consecuencia- ‘redes de confianza’. Aunque las puedan conformar personas ajenas a nuestro campo profesional, son estas redes las que nos ayudan a vendernos en el mercado laboral. Así lo asevera Inés Temple, presidenta de LHH-DBM Perú y LHH Chile.
Por tal motivo, es vital mantener cada vínculo a través de una comunicación bilateral constante, donde fluya -de ambas partes- información respecto a los avances, proyectos y aspiraciones profesionales.
“Son esas personas las que pueden referir nuestros logros, resultados, contribuciones, valores éticos, integridad y conducta”, subraya Temple. “Es importante tener estas redes siempre vigentes y actualizadas”.
En tanto, crear un vínculo con propósitos utilitarios, en búsqueda del beneficio propio -detalla la especialista- ocasiona que las ‘redes de contacto’ pierdan su razón de ser. “Acá se trata de establecer relaciones genuinas, de aprecio y respeto”, enfatiza.
La clave está en la autenticidad y en la adición de valor (energía positiva) en el proceso de formación de redes de contacto. En palabras de la entrevistada, “eso puede ser un diferenciador importante de cómo manejamos las redes de confianza frente a cómo lo pueden manejar otros que buscan un beneficio propio”.
El rol de los mentores, asimismo, resulta fundamental en este aspecto. Son ellos los que pueden proporcionar una opinión sincera sobre la gestión de redes de confianza. Y es que se trata de personas capaces de brindarnos retroalimentación en torno a nuestra actuación en el terreno profesional.