Pensar que los hombres que se han hecho a sí mismos han dado a la primera con la idea o la oportunidad de negocio que les ayudaría a acumular ceros en sus cuentas corrientes es una ingenuidad. El fracaso forma parte de las biografías y los currículums de muchos de ellos y en el caso de Jack Ma, fundador de Alibaba, el rechazo fue una constante en sus primeras incursiones en el mundo laboral.
El que ahora ostenta el título de hombre más rico de China sufrió nada más y nada menos que una treintena de “te llamamos” antes de que Alibaba despegara. En una entrevista con el periodista estadounidense Charlie Rose, Ma explicó que no pasar los procesos de selección formaba parte de su día a día.
En algunos casos, como cuando intentó entrar en la Policía, no obtuvo el puesto por “no ser suficientemente bueno”. En otros, los seleccionadores mostraron con él su lado más cruel. “Acudí a solicitar empleo a KFC cuando llegó a mi ciudad; veinticuatro personas buscamos trabajo en el restaurante, veintitrés fueron aceptadas y yo fui el único que no logró hacerse con un contrato”, confiesa.
Cuestión de confianza
Los comienzos en Alibaba tampoco fueron boyantes. “Al principio solo intentaba sobrevivir, pero los primeros tres años no obtuvimos ningún beneficio”, explicó Ma. Aunque resulte difícil creerlo, en 2001 el portal chino líder en e-commerce no logró hacerse con los US$ 3 millones de financiación que intentó cosechar en EE.UU. “No tiramos la toalla”, añadió, “Volvimos y conseguimos un poco más: US$ 25,000 millones”.
Las historias de emprendedores de leyenda que fracasaron en sus primeros amterrizajes en el mundo laboral son más comunes de lo que se puede llegar a imaginar. Desde Bill Gates (que vio como su primera empresa fracasaba sin remedio) hasta el mítico Henry Ford (que vivió una experiencia similar con sus primeras compañías), muchos de los que luego se convirtieron en millonarios tuvieron que lidiar con situaciones que les obligaron a empezar desde cero y vérselas irremediablemente con los números rojos.
Actualmente, según los datos de la propia compañía, Alibaba cuenta con cerca de 100 millones de compradores diarios, unos 30,000 trabajadores en nómina y genera unos 14 millones de empleos directos e indirectos en China. Para Ma, el quid de la cuestión no es el dinero ni las cifras, sino la confianza que cada día demuestran inversores y clientes en su negocio.
Diario Expansión de España
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