Para el proceso de retroalimentación, seleccione un grupo de “queridos críticos”: gente que lo quiere, que desea que le vaya bien y que está dispuesta a decir las verdades dolorosas que necesita escuchar para convertirse en un gran líder.
Recurra a ellos regularmente en busca de una evaluación honesta de sus fortalezas y debilidades.
Escúchelos con el mismo cariño que ellos le tienen; y cuando le hagan comentarios su único trabajo en ese momento debe consistir en decir “Gracias”.
Esto también muestra a todo su equipo que está abierto a la retroalimentación y dispuesto a ser vulnerable para mejorar.
(Fuente: “To Get Honest Feedback, Leaders Need to Ask”, de Jim Kouzes y Barry Posner)