En la vida cotidiana protegemos nuestras pertenencias con diversas acciones, por ejemplo, cerrando la puerta de la casa con seguro. Así, las empresas también incorporan en sus procesos un conjunto de medidas preventivas llamado control interno, explicó Nancy Yong, asesora de riesgos de PriceWaterhouse Coopers.
Estas disposiciones -resaltó- permiten reducir los riesgos del negocio previamente identificados.“Por ejemplo, si existe el riesgo no contar con la cantidad suficiente de mercancía para atender la demanda debo implementar un control de stock mínimo y máximo”, acotó.
“El control interno es necesario para preservar el negocio. Los empresarios están entiendo que para hacer negocios debo ser socialmente responsable, pero también necesito un adecuado sistema de control que me permita salvaguardar los activos y mejorar la eficiencia en las operaciones”, afirmó.
La ejecutiva señaló que el control interno también depende de las leyes que debe cumplir la empresa. Por ejemplo -comentó- las petroleras deben seguir normas medioambientales.
Otro factor relevante –observó– es la rentabilidad, es decir, “el remedio no puede ser más caro que la enfermedad”.
“Por ejemplo, si implemento un sistema de seguridad para mis almacenes pero es más caro que el beneficio que brinda, debo diseñar una actividad paralela para la administración de estos almacenas mientras no pueda identificar otra herramienta que no sea tan cara”, agregó.
Inconsciente
“El control es consciente o inconsciente, como cuando cierro el cajón o apago la luz. Lo mismo sucede con las empresas”. En este sentido, aclaró, es necesario verificar que los controles respondan a una necesidad.
“No necesito cinco llaves si solo tengo una puerta. Una empresa no tendría que contratar cinco empresas de seguridad además de un sistema de circuito cerrado si en lugar de ello puedo contratar un solo sistema de seguridad”, refirió.