La era digital no solo ha revolucionado la cadena de producción de todas las empresas, sino también la misma práctica de recursos humanos.

Afrontar estos cambios, sin embargo no es tarea sencilla. Sobre todo cuando puede alterar la forma cómo has trabajado siempre.

Por fortuna, Alejandra D’Agostino, socia líder de Capital Humano de Deloitte, conversó con Gestion.pe sobre las pautas y reglas para la era digital.

Procesos digitales
Incorporar la tecnología en el día a día laboral de una organización no es una tarea sencilla, y mucho menos rápida, pero es absolutamente necesaria.

Si bien incluye sistematizar procesos e incluir nuevas plataformas, la agilidad y horizontalidad generadas valen toda la pena del mundo.

Pero el cambio no pasa solo por tecnología. “Ahora se requiere una estructura más dinámica y colaborativa, más basada en redes y no en jerarquías”, apuntó D’Agostino.

En pocas palabras, una comunicación horizontal en la organización. Además de flexible. La experta señaló que las empresas suelen armar un grupo de trabajo para resolver un problema pero luego lo desarman.

“Este grupo podría servir para solucionar otros temas”, añadió.

Líderes XXI
La gestión de talento en las empresas de este siglo es crucial para el desarrollo de la misma. “¿Cómo impactan los temas de talento en las finanzas? Desapareces”, advirtió D’Agostino.

La especialista aconsejó implementar programas de liderazgo enfocados en millennials. “En poco tiempo van a ser el 75% de toda la fuerza laboral”, reveló.

La idea es formar líderes más ágiles y colaborativos, “que puedan medir riesgos de manera correcta”. D’Agostino está convencida de que la nueva generación merece una capacitación correcta en temas de liderazgo.

“Tenemos que aceptar que los jóvenes, algún día, serán quienes nos van a enseñar”, añadió.

Oficinas del futuro
Es importante crear un lugar de trabajo que sea propicio para la colaboración y el trabajo digital, explicó.

Una de las prioridades de los departamentos de recursos humanos debe ser la oficina. Si el lugar donde uno trabaja no motiva la productividad, los esfuerzos para potenciarla serán inútiles.

Para ello se debe implementar nuevas metodologías, que no solo incluyen una decoración bonita o feng shui, sino estrategias para desarrollar un clima laboral propicio para trabajar tranquilo y mejor.