(Bloomberg).- La posibilidad de recuperar sus inversiones en el atribulado operador chileno de autobuses Inversiones Alsacia SA se aleja cada vez más para los tenedores de bonos, incluyendo BlackRock Inc.
El 22 de junio, la compañía incumplió un pago por segunda vez en menos de dos años en su deuda de US$ 343 millones luego que no pudo persuadir al Gobierno chileno de revisar su contrato.
Alsacia dice que necesita los cambios para apuntalar sus finanzas en medio de un debilitamiento de la demanda y una falta de inversión en infraestructura. Sus accionistas están recurriendo al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial, alegando que un incumplimiento de contrato por parte de Chile es la razón de sus problemas, de acuerdo con un funcionario de la compañía que pidió no ser identificado porque la información es privada. El CIADI, como se le conoce a la corte de arbitraje, por lo general demora alrededor de tres años y medio para resolver conflictos.
Con el futuro de Alsacia probablemente en el limbo por un tiempo, los inversores en bonos se están preparando para lo peor. Las notas de la empresa con sede en Santiago han languidecido a menos de 10 centavos de dólar desde febrero. El precio sugiere que los inversores ven poco valor en los principales activos de Alsacia, incluyendo su flota de autobuses y su concesión para operar en Santiago, según Seaport Global Securities LLC y MCC SA Corredores de Bolsa.
“Es una situación muy complicada”, dijo Diego Torres, jefe de investigación corporativa en mercados emergentes de MCC. “Los autobuses son viejos, y hay un riesgo de que el gobierno puede asignar las concesiones a otro operador”.
Al 29 de abril, el Global Allocation Fund de BlackRock mantuvo a las notas de Alsacia con fecha de pago en el 2018. Cuando se le preguntó acerca de sus tenencias, Jessica Greaney, una portavoz de la mayor gestora de activos del mundo, dijo en un comunicado enviado por correo electrónico que la empresa con sede en Nueva York no habla de valores específicos.
Alsacia no podrá hacer un pago de intereses por sus bonos al final de un período de gracia de 30 días el 22 de julio, dijo el sábado el funcionario de la compañía. Alsacia está revisando las opciones y hablando con los tenedores de bonos, añadió la fuente. Alsacia no quiso hacer comentarios.
Los accionistas mayoritarios de Alsacia, que están en Colombia y Perú, presentaron el mes pasado una solicitud para consultas y negociaciones en el tribunal del CIADI, dijo el funcionario. Alegan que Chile está socavando los derechos de los inversores extranjeros al no cumplir con sus promesas de inversiones en infraestructura y no tomar medidas para acabar con la evasión de pasajes, según el funcionario.
El ministro chileno de Transporte, Andrés Gómez-Lobo ha dicho que los problemas de deuda de Alsacia son un asunto privado con sus acreedores.
En el 2007, Michelle Bachelet, en ese entonces en su primer mandato como presidenta de Chile, supervisó el lanzamiento de la iniciativa de transporte público Transantiago, que renovó el sistema de autobuses y metro de la capital. Pero desde el principio, la iniciativa ha estado plagada de problemas, como altos niveles de evasión de pasajes y la desaceleración de la velocidad promedio debido al aumento del tráfico. El gobierno ha impuesto constantemente multas a los operadores de autobuses por no cumplir con horarios preestablecidos, afectando a empresas como Alsacia y Subus Chile SA, que recientemente se declaró en quiebra.
“Una de las ideas a favor de la supervivencia de Alsacia era que su creación fue realmente la obra de Bachelet en su iniciativa de Transantiago, por lo que ella debería apoyarla”, dijo Michael Roche, estratega de renta fija de Seaport. “Ese pensamiento estaba equivocado”.
Teniendo en cuenta lo que demoran los procedimientos del CIADI, los accionistas de Alsacia tendrán que ser pacientes, dijo Matthew Hodgson, socio de la firma de abogados Allen & Overy LLP.
“El arbitraje del CIADI tiende a ser una especie de remedio de último recurso debido al tiempo y los gastos”, dijo. “Pero la gente todavía lo aplica porque hay situaciones en las que sigue siendo la última y mejor opción”.