(Bloomberg) Coca-Cola, el mayor vendedor de bebidas no alcohólicas en el mundo manifestó su oposición a la prohibición de viajar emitida por el presidente Donald Trump y evaluará cualquier efecto que pueda tener sobre sus empleados, uniéndose así a las filas de empresas que condenan públicamente la política.
“Coca-Cola Co. está resuelta a cumplir su compromiso con la diversidad, la justicia y la inclusión, y no apoyamos este veto ni ninguna política que sea contraria a nuestros valores y creencias centrales”, declaró en un comunicado enviado por correo electrónico el máximo ejecutivo de la empresa, Muhtar Kent.
La orden ejecutiva, que Trump emitió el viernes, establece nuevos obstáculos para el ingreso de personas provenientes de siete países mayoritariamente musulmanes: Siria, Irak, Irán, Sudán, Somalia, Yemen y Libia. La administración también busca suspender la admisión de refugiados durante 120 días.
Coca-Cola se suma a Starbucks Corp., Nike Inc., Chobani LLC y una andanada de empresas tecnológicas que han salido a expresar su rechazo a la orden. El máximo ejecutivo de Starbucks, Howard Schultz, dijo a sus empleados que tenía “el corazón compungido” y se comprometió a contratar 10,000 refugiados de todo el mundo.
Hamdi Ulukaya, un inmigrante turco que se convirtió en el multimillonario fundador de Chobani, dijo que está “muy preocupado” mientras que la máxima autoridad de Google, Sundar Pichai, desde India, calificó la política como “dolorosa”.
Anteriormente Kent había abogado por una reforma a la inmigración que facilitara el ingreso de inmigrantes calificados a Estados Unidos. Él es un estadounidense de primera generación, nacido en Nueva York, mientras que su padre servía como cónsul general de Turquía.
El ejecutivo de 64 años tiene previsto retirarse como máxima autoridad de Coca-Cola, con sede en Atlanta, en el transcurso de este año.
“En nuestra calidad de empresa estadounidense que tiene operaciones en más de 200 países y territorios, respetamos a la gente de todo origen y valoramos en gran medida la diversidad de los más de 700,000 asociados de nuestro sistema global”, dijo Kent en el comunicado; agregó: “Seguimos evaluando cualquier potencial impacto sobre nuestros empleados y brindaremos a ellos el apoyo adecuado según sea necesario”.