Reina Huamán, ama de casa y ocasional cocinera de 52 años de edad, regresó a su ciudad natal Trujillo como toda una heroína luego de su viaje a Lima este año.
Había ganado un concurso televisivo de cocina patrocinado por Inca Kola, la bebida favorita del país. “Es nuestra bebida nacional, es algo que compartimos en cada mesa en el Perú”, dijo la señora Huamán. Y aunque suene a una publicidad para posicionar el producto, ella no está exagerando sobre el atractivo de la marca.
Inca Kola se consume en todas las clases sociales del Perú. Es muy dulce, con sabores difíciles de discernir. Los que la prueban por primera vez quizás encuentren su color y sabor algo desagradable. Se cree que el escritor argentino Jorge Luis Borges la describió como “una bebida inverosímil”.
Y puesto que la bebida de color amarillo-oro fue lanzada al mercado hace 80 años por la compañía de bebidas de una familia británica llamada Lindley, que se habían asentado en el Perú, ha sido una fuente de orgullo nacional.
El éxito de la marca incluso ha sido destacado por una importante escuela de negocios. Branding Lessons from Inca Kola, the Peruvian Soda That Bested Coca-Cola, un ensayo publicado por Wharton School of Management de la Universidad de Pennsylvania, menciona: “El éxito de Inca Kola también refleja la singularidad de los consumidores peruanos, que suelen tener lazos muy fuertes con los productos que ellos asocian con la identidad personal y nacional”.
Inca Kola, según los expertos, es una de las pocas bebidas que son más populares que Coca-Cola en su país de origen. Otro ejemplo es Irn-Bru, la bebida gaseosa más vendida de Escocia.
En 1999, Coca-Cola compró a la Corporación Lindley el 38.5% de las acciones con derecho a voto de Inca Kola por una suma no revelada, pero que Wharton reportó en US$ 200 millones, dando lugar a lo que los ejecutivos de Coca-Cola ahora llaman una “alianza estratégica”. Posteriormente el grupo estadounidense compró un 10% más de acciones sin derecho a voto.
Pero 15 años después, Inca Kola aún supera en ventas a Coca-Cola en Perú, con un 30% del mercado frente a poco más del 20% de Coca-Cola, sostiene Alfredo Quiñones, gerente de Coca-Cola para la marca Inca Kola en Lima.
Alrededor del 90% de las ventas de Inca Kola se genera en tiendas pequeñas e independientes y los economistas creen que el éxito continuo de la bebida se basa en gran medida en manos de las amas de casa, como la señora Huamán.
Pero para Hajime Kasuga -chef peruano que enseña en la escuela Le Cordon Bleu en Lima y miembro del jurado del concurso “La Sazón Inca Kola”, que catapultó a la fama a la señora Huamán,- esto va más allá.
“Inca Kola corre por las venas de los bebés peruanos – y eso no es una exageración”.
Kola Real: ‘Barato y de buen sabor’
Los habitantes de Armatambo a las afueras de Lima no se dejan llevar por el entusiasmo. Pero si la conversación gira hacia Kola Real, una bebida gaseosa producida por el Grupo AJE de Perú, la situación cambia.
“No sólo es más barata que la Coca-Cola, sino que a la gente le encanta su sabor”, dice Uri, dueño de una tienda en un mercado local.
En la tienda de Uri, una botella de tres litros de Kola Real cuesta el equivalente local de US$ 1.75; mientras que una botella de Coca-Cola del mismo tamaño cuesta US$ 3.
Para los peruanos en situación de pobreza que han emigrado a la capital desde las zonas rurales, la marca representa un buen valor.
Gracias a una estrategia que combina precios bajos con un enfoque en mercados emergentes de rápido crecimiento, la compañía familiar AJE es uno de los mayores éxitos empresariales internacionales del Perú, habiendo desarrollado una fuerte presencia en América Latina y Asia.
La quinta mayor empresa de bebidas en América Latina, AJE ocupó el año pasado el puesto 21 entre los fabricantes de bebidas gaseosas a nivel mundial, según el investigador de mercado Euromonitor, con ventas de alrededor de US$ 2,000 millones.
Las ventas globales de AJE crecieron a un promedio anual de 22% desde el 2000 hasta el 2013, pero su participación en el mercado mundial es sólo del 0.4% frente al 25% de Coca-Cola y el 10.7% de Pepsi.
Para Carlos Añaños, uno de los fundadores de la empresa y ahora miembro del directorio, “el secreto de éxito de AJE” se basa “en la democratización de consumo – que ofrece productos con una relación óptima de calidad y precio”.