Luego que el nuevo presidente de Deutsche Bank de Alemania, el inglés John Cryan, diera a conocer que cerrara sus operaciones en 10 países como parte de sus planes de ajuste para sanear el banco, algunas cifras saltan a la luz.
Y es que con la reducción de su propia plantilla – en el equivalente a 9.000 empleados a tiempo completo – el Deutsche Bank aspira a ahorrar unos 3,800 millones de euros en costes brutos anuales, pero tendrá que desembolsar de 3,000 a 3,500 millones de euros en indemnizaciones por despido. Es decir, cerca de US$ 4 millones.
Las drásticas medidas anunciadas por John Cryan fueron aprobadas ayer por la Junta de Supervisión del banco. “La reestructuración del banco alemán introduce cambios en su banca de inversiones que se concentrará en el futuro en la atención de clientes institucionales y modificará radicalmente su cartera de gestión de patrimonios para ofrecer un mejor servicio a sus clientes millonarios”.
En el Perú, la estrategia de Deutsche Bank se enfocaba en aprovechar los servicios globales ofreciendo productos y brindando soluciones financieras a corporaciones locales, multinacionales, instituciones financieras y entidades del Gobierno.
Justificaciones
Como se conoce, el banco registró pérdidas millonarias en los últimos años, sobre todo a causa de las amortizaciones para la banca de inversión y a los numerosos escándalos en los que se ha visto envuelto la institución, el último de ellos relacionado con la violación de las sanciones aprobadas contra Irán y Rusia.
“El Deutsche Bank no tiene un problema de estrategia. Sabemos exactamente adonde queremos ir. Sin embargo, durante muchos años el banco ha tenido serios problemas a la hora de llevar a cabo su estrategia”, justificó Cryan.
Agregó que en los resultados de los próximos dos años se verán negativamente afectados por la reestructuración del grupo. No obstante, dijo que el 2018 será un año decisivo para el grupo.