Gonzalo Galdós es ingeniero metalúrgico titulado, pero, por trayectoria, educador, y le gusta transmitir al empresariado ese bichito por impulsar la educación.

Ayer, todo ello y su recorrido empresarial lo llevaron a recibir el Premio IPAE . Y tras este hito, y pasada la sorpresa, hoy se traza un nuevo reto.

“Siempre he pensado que los empresarios, los ejecutivos en general, somos profesores en potencia, porque cuando tenemos subordinados y ejecutamos proyectos tenemos que hacer labor docente para enseñar muchas cosas, y mi siguiente etapa es convencer a los empresarios y directivos para que ejerzan su vocación docente”, precisó Galdós.

Esta cruzada que iniciará, como él la llama, es parte de lo que en los últimos años ha podido hacer: convencer a “cientos de ejecutivos para que sean profesores de escuelas de posgrado como la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), donde ejerció los cargos de director de dicha escuela y más adelante rector, en los últimos 10 años.

“Creo que todos los empresarios son capaces de tomar algunas horas de su ocupada agenda para darla a la educación”, mencionó Galdós. Pero esta no es la única manera en que el apoyo empresarial se ha visto en la educación. Así, en los años recientes ha crecido el apoyo de los grupos económicos hacia esta labor.

Un ejemplo, dice, es Intercorp, que ha introducido un modelo de gestión empresarial en su labor. Pero ¿es rentable como negocio la educación? “No hay actividad humana en la que la gestión empresarial no tenga un lugar para contribuir, puede estar asociada a un beneficio cuando incorporas gestión profesional, pero los beneficios lo sobrepasan altamente”, agregó.

En corto
Otros cambios. Con experiencia en el sector, Galdós sostiene que en el caso de la educación escolar, en términos de números, es más pública, por lo que recomienda una reforma, que podría darse mediante asociaciones público-privadas donde la actividad de la empresa podrá destacarse aún más.