(Bloomberg).- Hyundai Motor Co. y su afiliada Kia Motors Corp. han manifestado que gastarán US$ 3,100 millones en Estados Unidos durante los próximos cinco años, con lo cual se suman a otros fabricantes de vehículos que anunciaron planes de inversión ante las amenazas del presidente electo Donald Trump de imponer aranceles más elevados a las importaciones de coches de México.
La inversión planeada en Estados Unidos por las dos automotrices más grandes de Corea del Sur supera por cerca de 50% los US$ 2,100 millones que gastaron en el período quinquenal anterior, dijo a los periodistas el director de Hyundai Motor, Chung Jin-haeng, este martes en Seúl.
El grupo está evaluando abrir una fábrica nueva en Estados Unidos y podría producir los vehículos exclusivos Genesis de Hyundai Motor y un vehículo utilitario deportivo (SUV, por sus siglas en inglés) específico para Estados Unidos en el país, dijo el ejecutivo, que también supervisa la planificación estratégica para Kia.
“Esperamos que la economía estadounidense reciba impulso y una mayor demanda de diversos modelos a medida que el presidente electo Trump cumpla su promesa de crear un millón de puestos de trabajo en cinco años”, dijo Chung. “Analizaremos activamente la introducción de nuevos modelos que generen cada vez más demanda y ganancias”.
Inversión.
Hyundai y Kia invertirán entre 30% y 40% de los US$ 3,100 millones en nuevas tecnologías como la conducción autónoma y los autos ecológicos. El resto se destinará a instalaciones y la incorporación de modelos nuevos, según la empresa.
Hyundai evalúa expandir su planta en Montgomery, Alabama, que produce los sedanes Sonata y Elantra y el crossover Santa Fe. La fábrica opera a su máxima capacidad de 370,000 autos por año. La fábrica de Kia en West Point, Georgia, también está al límite y produce 360,000 unidades del sedán Optima y del SUV Sorento por año.
Kia abrió en México una línea de producción nueva de US$ 3,000 millones que fabrica 200,000 unidades por año dos meses antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, con planes de incrementar la capacidad a 300,000 unidades este año y 400,000 vehículos para fines del 2018.
La automotriz podría agregar un nuevo modelo de SUV a la planta en el estado mexicano de Nuevo León, aunque la decisión no es definitiva y la empresa cuenta con “flexibilidad” respecto a su estrategia, dijo Chung. Kia apunta a exportar el 80% de los coches fabricados en México, principalmente a Estados Unidos y mercados latinoamericanos.
Hyundai-Kia no tiene planes adicionales de inversión en México y no transferirá producción o puestos de trabajo de Estados Unidos a México, según un portavoz de la empresa.
“Estratégicamente, el mercado estadounidenses es muy importante para nosotros y triunfar o fracasar allí hace de barómetro de nuestro éxito global”, dijo Chung. “Nuestro interés en el mercado estadounidense se mantiene independientemente del Gobierno de turno”.